STAGE INTERNACIONAL DE NANBUDO PLAYA D’ARO 2011: Último día

Impartido por
NANBU YOSHINAO DOSHU SOKE.

Viernes 29.
¡Y llegó el último día, (最後の日, saigo no hi)!
De la impaciencia del inicio, los saludos y alegrías por volver a ver a amigos y compañeros de otros lugares y naciones, del desgaste sumatorio en cada sesión, de un tori "duro" como lo es esa arena ya tan familiar que hace de tatami y que no tiene compasión de un uke resistente y tenaz como son nuestros pies, de los nuevos randori ¡cinco, nada más!, de dos clases teóricas de Doshu que vela por nuestra salud y educación, de la reposición de cereales tras los entrenos, de la cena de familia, de una convivencia que cada año se afianza, de un tiempo que día a día se mostraba amenazante y sombrío pero que respetó, del repaso y correcciones de las técnicas de cada una de las áreas del Nanbudo... al amanecer del viernes. 

Un viernes, que nace como premio a una semana de esfuerzo continuado físico y mental, pero rodeado de  la tristeza de que marca un final.

 El final a una mezcolanza de trabajo y vacaciones, de Nanbudo y ocio que aunque pueda resultar extraño para el ajeno, para el nanbudoka, conviven en una simbiosis perfecta y natural que sacan el máximo provecho de la vida en común... y hasta los aplausos generalizados cuando tras la entrega del último pasaporte a Hanshi Stephane Carel, Nanbu Doshu Soke agradece a todo el mundo su presencia en el stage y se despide hasta el siguiente año.

Ya miramos desde ese momento en el calendario nanbudoka, ¿donde será el próximo cursillo de Doshu?, de si podremos o no asistir, a iniciar la cuenta atrás de los 365 días que restan para repetir emplazamiento y nos vamos despidiendo unos de otros con esas miras.

Todos, como todo en la vida... y el Nanbudo es vida, hemos aprendido algo nuevo o perfeccionado lo ya sabido, hemos avanzado en el nivel de este "Camino de Nanbu" durante este stage, algunos incluso, con el meritorio añadido de haberlo hecho también en grado. Enhorabuena para ellos, pero de manera especial, para los que cambian su cinto de color y adoptan el " cinturón negro", consiguiendo así su primera gran meta, su primera gran ilusión... y su primer gran Deber: la responsabilidad. Una responsabilidad de saberlo llevar con honor y de ser espejo y ejemplo para quienes con su trabajo aspirar también a serlo.

Por la mañana, se inicia la sesión con “Nanbudo mitsu no chikara” y “zarei”, “Ki Nanbu taiso”, después nos disponemos para unas prácticas del “Noryuku Daihatsu ho” colocados todos en “anza” y en círculos concéntricos a la ya famosa “Roca” para realizar “Nanbudo mitsu no chikara”,  seguidos de cada una de las fuerzas del “Nanbudo nanatsu no chikara” en cada una de las lenguas presentes,  se recita el mantra del Nanbudo: “Na-mu-tai-tan-han-dan-sei-no-sei”.



Finalizada la parte de Noryuku, volvemos a la arena para practicar “Nanbu sotai katate undo”, “Nanbu sotai katate niningake undo”, “Nanbu randori niningake ichi no kata”, “Nanbu keiraku taiso nana ban” y terminar con el “Nanbudo nanatsu no chikara” y “zarei”.




Por la tarde, “Nanbudo mitsu no chikara” y “zarei”, “Ki Nanbu taiso”, kata “Shin Tajima” y kata “Kaguya Hime”, finaliza la clase con “Nanbudo nanatsu no chikara” y “zarei”.

Acto seguido se procede a la ceremonia de entrega de pasaportes y tras esta comprobamos con alegría y gran satisfacción de las nuevas nominaciones de paso de grado para:
D. José María (il capo) Allué, Alberto González (double K) y Jorge-san Pie que consiguen un meritorio grado de kyoshi (3º Dan) y José Antonio Nuñez (aiki) que pasa a fukushidoin (1º Dan).




También, Iván Abadía (Kadu), del Dojo Shizen de Monzón, alcanzó el fukushidoin y no querría olvidarme de nuestros amigos de la ACN, Gabi Callejón y Ramón (Ramonet) Dolcet que también pasaron a fukushidoin y kyoshi respectivamente.

Mi mas cordial enhorabuena para todos vosotros los recién ascendidos, sin duda esto os dará alas para un mayor progreso en vuestra ya brillante trayectoria como nanbudokas, máxime, en un cursillo como este, que según palabras de nuestro Shihan Josán Clavería ha sido por contenido y técnica uno de los mejores, por no decir el mejor de todos los hasta ahora realizados, y que quedará largo tiempo en nuestro recuerdo.
A partir de ahora toca mirar hacia el futuro, aunque según palabras del maestro Yoda: "el futuro difícil de prever es... hummm, en continuo movimiento está", nosotros ya hemos empezado a dar el primer paso de continuación en esta afición de vida que llevamos muy dentro, en nuestro Kokoro: volver al Dojo, volver a entrenar.

¡Hasta la próxima cita!

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