La espiración concentrada

Hablando de la espiración concentrada, he dicho que el hecho de espirar por las manos quizás es psíquico, pero, aún así, tiene efectos físicos. El potencial escondido en cada uno de nosotros actúa, sin embargo, de una manera global sin que nuestra voluntad pueda aportar otra ayuda. Hay personas que superan obstáculos sin quedarse sin aliento, hay otras para las cuales los obstáculos desaparecen por si solos, y otras que se desaniman ante los menores escollos. Hay algunos que atraen a los demás sin ser especialmente guapos ni hábiles, hay otros que repelen a la gente a pesar de sus esfuerzos. Por mucho que busquemos la verdadera razón a estas diferencias, no encontraremos más que argumentos fútiles.
La respiración concentrada es un acto que cada uno acepta o rechaza, de la misma manera que uno bebe agua o se niega a beberla. Se debe hacer con la misma naturalidad con que uno se reasca la piel cuando siente picor, sin que haga falta buscar para saber por se se rasca.
Lo importante de la respiración concentrada, es la atención que uno concentra. Si se hace con un espíritu completamente disperso, vale tanto como la aplicación de un trozo de manera o un trapo. Los que aceptan hacer la respiración concentrada deben desprenderse de todo tormento, de toda preocupación y llenarse de una quietud profunda y de una sensación agradable. Como la quietud no llega enseguida, hay que esperar que la respiración profundice. La duración de la espiración importa poco, lo importante es la profundidad serena de este acto. 

Itsuo Tsuda.

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