LA EDUCACIÓN DEL SUBCONSCIENTE (y III)

Se accede a la enseñanza del maestro a través de la puerta estrecha. Antiguamente, la puerta estaba a menudo cerrada para cualquiera que se presentara.  En el Zen, se habla de actitud a entrar sin puerta (Mumon Kan). Para que el maestro les admitiera, las personas no dudaban en permanecer sentadas, inmóviles, durante tres días y tres noches, delante de la puerta, sin dar grito. Evidentemente, esto es contrario al principio de la enseñanza moderna en la cual, uno está admitido a condición de tener las calificaciones requeridas... es absurdo querer rechazar a los que vienen para aprender.
Toda acción emprendida sin el Ki, ese deseo intenso que nos predispone, fracasa. Lo que importa, es la predisposición y no el conocimiento. Cuando no se está predispuesto, es mejor buscar otra cosa. La educación de los maestros orientales aspira, a la preparación del terreno para que sea capaz de absorber la enseñanza y no la acumulación de conocimientos... es, la educación del subconsciente. Y esta educación existe, porque ahí existe la tradición ligada al terreno no del saber sino del hacer. La educación del subconsciente, es ante todo una puerta estrecha.
A pesar de todo, hay una pequeña diferencia entre el saber y el hacer. Cuando el subconsciente no está educado, la cosa más sencilla del mundo presenta dificultades insuperables.

Comentarios

LO + DEL MES