Del aprendizaje al dominio del kata (II).
Maestro Yoshinao Nanbu: Ejemplo de teisho jodan uchi y kakete en un kata |
En la entrada anterior me quedé en las distintas
fases que hay en el aprendizaje del kata: aprendizaje inicial, mecanización,
introspección, dominio, asentamiento vitalicio y transferencia relacional.
Todas y cada una de estas fases son de vital importancia tanto para el alumno
como para el profesor. Cada fase tiene su trabajo especifico, su momento propio
y su distinta forma de aprender/enseñar.
Yo pretendo centrarme más en la persona que practica
kata, más en el “yo practico” que en las distintas formas del campo de la
enseñanza, aunque creo que todo va prácticamente unido.
También, en un anterior post (Principios del kata
tradicional) pude enumerar los diferentes principios, normas que deben seguirse
en la ejecución de un kata, pero ahora deseo mostrar no esas leyes tan
importantes, ni los objetivos a conseguir, sino los grados, las fases
existentes en el kata desde que nos disponemos a comenzarlo por vez primera,
sin conocerlo, hasta que creemos dominarle.
Maestro Teiji Kase, en kata Kanku-Sho |
1. Aprendizaje
del kata. Esta es la primera fase a
la hora de practicar un kata. Cuando al alumno recién llegado, tras un tiempo
variable (según casos y/o profesores) se debe enfrentar por vez primera a
realizar el kata correspondiente (puede ser un kata previo-elemental del tipo
de Shiho tsuki, shiho tai, taikyoku,
etc., o directamente un kata básico como Heian,
Pinan, Heiwan, Nanbu… etc.). Se describe esta fase como el proceso de
identificación de técnicas, en efecto, el alumno hasta ahora sólo ha practicado
kihon (ataques, defensas y posiciones
muy básicas) y ve como eso que ha estado aprendiendo hasta ahora va ha sentirlo
unido, encadenado en una serie de movimientos que ha oído llamar: kata. Él comienza con la toma de
contacto con la cadencia secuencializada de técnicas: comienza su proceso
memorístico.
El alumno se halla en una fase de imitación,
reproducción, observación y está aprendiendo a ejecutar. El recurso
metodológico que su profesor lleva con él es de análisis puro, con consejos
técnicos puros, con un análisis individualizado de desplazamientos, se muestra
y aprende la línea de ejecución o “embusen”
y se le explica y familiariza con el “kiai”.
Por otro lado el estilo metodológico que el profesor lleva con el alumno
es el de “mando directo”.
Este alumno irá progresivamente avanzando en nivel o
“kyu” y a su vez con el trabajo
repetitivo del, o de los kata,
familiarizándose con el conjunto de técnicas, su orden, desplazamientos, etc.,
irá memorizando cada vez un poco más el kata.
En esta fase de aprendizaje de kata
ya poco más se le puede exigir, salvo el trabajo repetitivo de los mismos y su
familiarización con los kata.
Antonio Díaz (Venezuela), campeón mundial de kata |
Maestro Yoshitaka Funakoshi, en kata Teisho. |
2.
Mecanización del kata. En esta etapa
se aprende a asimilar los puntos técnicos fundamentales existentes en el kata.
Durante el aprendizaje, vimos que el practicante se familiarizaba con las
técnicas existentes, con el embusen,
con la cadencia secuencializada, con el kiai…
ahora cada técnica que se realiza debe hacerse correctamente, equiparada a
cuando la realizamos aisladamente en el trabajo de kihon, bien ejecutada en el lugar y en el tiempo adecuado. En cada
paso, en cada acción del kata debe estarse en un estado de conciencia de que
están bien ejecutados.
Una fase en el aprendizaje del kata en el que uno
debe acercarse a la naturalidad en el desplazamiento, en el traslado direccional de las posiciones
bien realizadas, estando alerta a su correcta ejecución (base, superficie de
asentamiento, inicio, traslado y llegada).
Importante también el ser conscientes en el buen
asentamiento de la fuerza, del kime.
Según la normativa de grados de la RFEK, se define al kime como: “el
aprovechamiento de la energía física y mental en el momento del impacto. La
fuerza”. Conviene saber que “kime”
es en japonés, la forma nominal del verbo “kimeru”
(decidir), pero en las artes marciales japonesas puede alcanzar el significado
del “poder” o del “foco” que describe la tensión instantánea en el momento
correcto durante una técnica. La tensión en este momento se centra
principalmente en el "hara"
y el abdomen. También puede hacer referencia a atacar a un punto de presión. La
correcta distribución de la fuerza es importante y está muy estrechamente relacionada
con contracción/descontracción muscular, asentamiento/finalización de la
posición y regulación respiratoria.
Para el profesor, en esta fase se impone como estilo
metodológico, el estilo de práctica; y utilizar como recurso
metodológico el análisis secuencial (técnica a técnica, paso a paso: a, b, c…). Debe velar de que el alumno
ejecute el kata tomando consciencia de lo expuesto anteriormente (asimilación
de técnicas, naturalidad en los desplazamientos, distribución de la fuerza…),
analizar las distintas acciones de pies y manos, la mirada (chakugan, se refiere a la mirada
direccional) y el kime.
3. Introspección
del kata (interiorizar). En esta tercera fase, y la más importante de este
trío secuencial inicial en el aprendizaje del kata, se hace referencia a la
investigación de los conceptos menos tangibles del kata. A la progresión hacia
una comprensión técnica y al enlace lógico de las técnicas que comprenden el
kata.
Maestro Gichin Funakoshi, en kata Heian Yondan |
Otros puntos no menos importantes en este periodo son
el apoyo correcto de la posición, la utilización de la cadera en cada acción
a realizar, el guardar un equilibrio del
tren inferior con respecto del superior (una técnica debe terminar justo
cuando finaliza el asentamiento de la posición, ser ambas acciones simultáneas
en su terminación), y una adaptación
individualizada del kata (tanto profesor como alumno deben estar atentos a
que el kata se adapte a la persona).
Como estilo metodológico se debe aplicar el
estilo recíproco, enseñanza recíproca (mutua, bilateral), y como recurso
metodológico el análisis profundo (a, a+b, a+b+c…).
Gichin Funakoshi solía decir a sus alumnos, tanto
noveles como aventajados: “un kata… tres
años…”. Si en la primera fase se han
realizado, por ejemplo, 3000, 4000 ó 5000 veces un kata, debemos plantearnos
volver a repetir ese número de veces el kata en estas dos siguientes fases.
Maestro Yoshinao Nanbu, en kata Heiwan Yondan |
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