Barasona jûyon wa ensô sanmiittai desu.

バラソナ十四は円相三位一体です 

De nuevo nos hemos reunido en el Embalse Joaquín Costa, nuestro particular “Barasona” para gozar de una mañana entrañable practicando Arte Marcial en contacto directo con la Naturaleza (Shizen), una alborada cuyo abrazo nos envolvía en la armonía de nuestro vivir dentro del Budo.
Porque la convivencia en el Nanbudo no es la de una familia cerrada, somos linaje de apertura y de unión que nos lleva más allá de las relaciones personales entre nosotros, esa correspondencia nos transporta a romper las fronteras del aislamiento dentro del Budo.
El pasado como fundamento del Nanbudo nace desde el más íntimo cimiento marcial, por eso entiendo que todo aquello que aporte, que nos muestre nuevas miras, nuevos conceptos o conocimientos que nos ayuden a entender mejor y más profundamente nuestro Arte de Vida, sin duda repercute tanto en las distintas perspectivas individuales de los que practicamos, como en el soporte capaz de potenciar el arte marcial en si… vigorizándolo hacia su verdadera identidad y sentido.
Metafóricamente la sesión transcurrió dibujando un sencillo vínculo, un círculo en torno a las alegorías trinas en que se basan muchas de las artes marciales. Aikido, Eda koppo y Nanbudo conformaron este Sanmiittai particular. Comenzó con la práctica del Shizen no Ki undo y el Ki Nanbu Taiso que dio paso al tiempo dedicado al Aikido que dirigió Sergio Sensei. 
En el arte de Ueshiba, trabajamos acciones de Ikkyo, Nikyo y Sankyo partiendo de la finalización del Somen uchi. Y tras estos momentos de práctica y comprensión que suponen la belleza armónica del Aikido llegó el turno de nuestro querido Agustín Subías, un maestro de realidad palpable desde la humildad y saber estar.
Agustín, obrero del Budo, en esta ocasión nos mostró muy resumidamente el actual proyecto en el que está trabajando y que merece una explicación añadida. 
Recientemente presentó en Zaragoza, a través de las Master-Class Sankukai, su proyecto Sankukai Eda-koppo (http://koryubudo.blogspot.com.es/2014/06/sankukai-master-class-eda-koppo-nivel.html) que sirvió como colofón a esos cursos especiales que durante la temporada, ya finalizada, se han venido desarrollando. Esta idea se continuará a lo largo de cinco o seis Master-Class el próximo curso, en donde desarrollarán un programa completo de esta disciplina y que piensa en finalizar con capítulo dedicado al Kuatsu. 
Esta vez, debido a las limitaciones temporales, nos mostró una breve introducción y un resumen de algunas de las técnicas trabajadas en aquel curso. Partiendo del descubrimiento de puntos vitales (Kyusho) y a través de respuestas con técnicas del Ju-jutsu o de Defensa Personal ante agarres con la ayuda de una de las “armas ocultas” del Bu-jutsu: el eda-koppo, también conocida como Yubi-bo, Shinshin-ho… etc. Ayudado por su inseparable Jesús Fraile nos fueron exponiendo la historia de esta arma y disciplina, los puntos kyusho a tratar con su localización en los meridianos y su relación y efectos sobre vísceras u órganos, con el especial cuidado y responsabilidad que merecen.
Es habitual cerrar este entrenamiento con el Nanbudo, para culminar ese círculo abierto que nos marca el Ensô. Sergio Sensei retomó las riendas en este ciclo de práctica enlazando hábilmente todo lo trabajado en una aplicación okuden pero palpable a través de escenas de Randori. Y lo hizo dimensionándolo hacia la trilogía de los elementos base: tierra-aire-agua. Hora del acostumbrado “remoje”. El agua, tan presente en el Nanbudo pasó a ser el escenario del punto final al tokubetsu.
La simbología continuaba en el líquido elemento. Tras algunas series de Randori, llegó el turno del Kata. Seienchin… como apropiada “forma” donde se desarrollan los conceptos gô y jû en su discurrir entre la calma en la tempestad, la batalla y la tregua… para andar lejos. De colofón, Sanpo-sho… nuestra brillante adaptación del Sanchin no kata: el Sankakkei por excelencia. Esa famosa alegoría al “reloj de arena” por aquello de la semejanza entre dos triángulos opuestos que forman la línea de los hombros con el Hara (cuerpo-tándem) y el Hara con la posición (tándem-tierra)… y que a su vez están integrados dentro del tercer triángulo que conforma la cabeza y la posición (espíritu-tierra).
Hace poco, en Marsella, en una conversación con Doshu, que se extendió más allá de una hora, me dio a entender que las artes marciales aportaban como respuesta final a una situación el choque y el cerramiento. Que el Nanbudo ofrecía la apertura, la expansión y la proyección hacia el infinito… y comprendí que no sólo hacia referencia al arte marcial en sí, sino que con sus gestos, hacia referencia a la vida, a la sociedad y a la familia. Lo vivido ayer en Barasona, tanto en el entrenamiento como en la convivencia me hacía recordar aquellas palabras.
Tanto Sergio como Agustín, colocaron ante nosotros esa idea de concordia. Con sus respectivas formas de hacer magisterio con el arte marcial así como de la transmisión de unos valores humanos y necesarios que… tan en falta se echan en hoy nuestra sociedad. El trabajo que estos dos maestros marciales y de vida están realizando está viéndose recompensado por aquellos, que desde la confianza por su saber hacer y saber, solicitan de ellos les transmitan sus conocimientos.
Ya el miércoles, Sergio Sensei parte para Zagreb con fin de impartir un curso de Nanbudo destinado a profesores y a futuros profesores. Según informaciones desde Croacia el aforo está casi completado y esperan con ganas e ilusión que ese seminario se inicie. He podido comprobar por medio de alusiones, y lo digo muy orgulloso, el reconocimiento y cariño que Sergio tiene en este pequeño mundo nuestro que supone el Nanbudo, algo que ha conseguido desde el honrado silencio y su alargada humildad.
Seguro que “ponente y participantes”, “participantes y ponente”… todos amigos y todos familia, saldrán de ese seminario hermanados y contentos por haber tenido la posibilidad de vivir una experiencia positiva. No será la última, desde luego; siento profundamente no poder acompañarle en esta aventura hacia tierras hermanas, pero anhelo la segura nueva oportunidad que a buen seguro he de tener.
De regreso a este magnifico paraje que supone el embalse de Barasona, y para terminar, destacar siguiendo el orden metafórico de esta crónica algo que Sensei suele comentarnos a menudo y que forma parte del mensaje profundo de quien ideó nuestra escuela y plasmó en el buque insignia como es el Ki Nanbu Taiso: donde Nichi, el Sol omnipresente a lo largo de toda la jornada, cierra la serie de figuras o elementos que lo componen con un orden no puesto al azar: donde el “ocaso” precede al “amanecer”. Y es que eso supone la alegoría por excelencia: “No hay fin, sólo camino a seguir”. Por eso nuestra filosofía no desemboca en un fin, en un ocaso… el fin sólo supone el inicio de un nuevo principio, de un nuevo regenerador amanecer, sólo es el descanso para recobrar nuevos bríos en nuestro incansable avance. 
Agradecer a Sergio, a Agustín… a todos los presentes por permitir que este “agüelo” viviera una nueva jornada inolvidable. Los verdaderos valores del Nanbudo, sólo pueden vivirse desde los valores verdaderos que da el Nanbudo… y esto último no es metáfora alguna… es… NANBUDO!

Carmelo Marco
Dojo Shizen (adoptado)
Shin Nanbudo Huesca

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