Serenamente hablando digo hoy, que...


...APOYO A LA GESTIÓN REALIZADA POR LA JUNTA DIRECTIVA DE LA 
FERERACIÓN ARAGONESA DE KARATE.


Serenamente hablando digo hoy,
que el viento bonancible no ha llegado todavía.
Serenamente hablando digo hoy,
que sigo ante el misterio antiguo de la vida.

Hace poco más de un año comencé mi experiencia en este mundo de los “Blogs” más  pensado en un hobby que quizás podría ser pasajero, que en lo que en la actualidad se ha llegado a convertir. Mi idea era la de ir plasmando mis vivencias y anécdotas que giran alrededor de las Artes Marciales y de mis sentimientos sociales. Pero poco a poco las visitas fueron aumentando y los ánimos a continuar recibidos y las ayudas de amigos, personas conocidas y otras desconocidas me han ido impulsando hasta el día de hoy, donde las horas invertidas en el mantenimiento y actualización de este “blog” se  van multiplicando. Siempre he pretendido publicar en positivo y recuerdo que con mi primer artículo “La humildad en las Artes Marciales” comencé así esta andadura. Una humildad en la que he pretendido moverme, una humildad tan necesaria en las artes marciales, una humildad de la que se habla mucho y… no termina de llegar. El Karate aragonés está viviendo una de sus épocas más significativas en cuanto a organización y logros deportivos: esto es un hecho. Pero ese cierzo tan nuestro y tan despiadado al mismo tiempo, nos azota hoy con singular virulencia. Estamos casi ya acostumbrados a él, por eso lo sufrimos sabiendo que tras él empuja la bonanza… el viento bonancible no ha llegado todavía.
Mi vida en las Artes Marciales comenzó a finales de los 70 con el Taekwondo y el Karate, después conocí el Nanbudo… las circunstancias sociales y físicas me obligaron a una interrupción de la práctica marcial, para posteriormente retomar el andar del Budo. Ahora han pasado más de 30 años de aquellos inicios y veo con tristeza que lo bueno queda para el recuerdo y lo malo… se repite como si fuera siempre “la misma historia”… Ese misterio antiguo de la vida.


Serenamente hablando digo hoy,
que el hombre se libera día a día
Serenamente hablando digo hoy,
paisaje inútil y quimera.

Según los grandes maestros de las Artes Marciales: Kano,  Funakoshi, Ueshiva… etc. —comenzaba en aquel articulo sobre la humildad en las AAMM— éstas se rigen por el respeto, la cortesía y la humildad. Decía que el Bushido no se comentaba aparentemente y de forma literal la palabra humildad, pero pretendía llegar a la conclusión que todo él hablaba de ella.
Estas virtudes: respeto, cortesía y humildad son la base de la educación que debemos adquirir para después poder así mismo trasmitirla. El hombre, entiendo, debe ir liberándose de toda trama de impureza para qué en él aflore esa educación que nos hace distinto de los animales no racionales… De ese camino con el que el hombre se libera día a día.
Por desgracia no todo el mundo piensa así. Hay círculos en los que el entendimiento se vive no ya de forma distinta… sino contraria. Un círculo que no aspira a dejar huella educacional… sino contraria. Un círculo donde no se aprecian las cosas de forma positiva, ni negativa… sino contraria, contraria… contraria.
Un círculo que no hace nada, pero que tampoco es conforme a que otros hagan. Unas gentes que viven al acecho del error para magnificarlo y pendientes del éxito para minimizarlo. Pero siempre están ahí, en vigilia, y que no dudan en actuar con o sin razón, eso es lo de menos porque su principal fin es la notoriedad. El respeto para ellos supone en un entrenamiento de la audacia en pos de la descortesía o de la desconsideración a los demás, no pueden comprender que se obtiene más respeto por la forma de tratar a los demás que por la destreza en el combate, en la batalla. Cortesía, humildad y respeto van irremediablemente de la mano, si falla una las otras dos caen por sí solas, desaparece la educación y si esto sucede entonces me pregunto: ¿Qué se enseña desde este círculo a los alumnos? ¿Cómo los educan?... Paisaje inútil y quimera.

Serenamente hablando digo hoy,
que callaré también como cualquiera.
Serenamente hablando quiero olvidar
las cosas que aprendimos para empezar a andar.

Y aquí nos hallamos, en este paisaje. Construyendo calladamente nuestra morada, haciendo de ella dignidad y templo para esas promesas de hoy y futuro del mañana. Trabajando con tesón, humildad y sacrificio un camino donde antes sólo era güebra. Levantando casa tronco a tronco en callado avance, silencio roto por las mieles de lo bien hecho y silencio roto también desde la banalidad de la cizaña. Y aun así… aprendimos a callar también como cualquiera.
Y callamos no para otorgar ante la traba, sino para utilizar ese tiempo y esfuerzo en el avance por la razón, hacia ese saber andar que los antiguos llamaron Do. ¡Cuanto cuesta levantar… y tan poco derribar! Se hace duro avanzar en la verdad y es cruel a menudo la realidad, es el randori de la vida: aprendes a caer, a recibir el suelo en la proyección y piensas que has superado lo difícil, pero el desgaste físico se produce al levantarse una y otra vez, pero para eso nos preparamos y trabajamos. Al final superamos ese miedo a la caída y olvidamos las primeras y dolorosas recepciones del suelo, aprendemos a caer y hacernos fuertes al levantar… Quiero olvidar las cosas que aprendimos al empezar a andar.

Serenamente hablando quiero indicar
los nombres que me hicieron posible el avanzar.
Serenamente hablando digo hoy,
resulta imperdonable el llanto de una niña.

He tenido unos pilares que a los largo de mi vida en el Budo me han sido fundamentales, ellos me han marcado el camino de la nobleza y del respeto marcial y social. Sólo espero y deseo ser digno de sus enseñanzas. Aprendí a conocer los valores del Do a través del Karate de los 80 de la mano de Santiago Velilla y José Luis López. Falto de padre, Santiago se convirtió en un referente en mi vida. De estas dos personas primero, y de mi hermano José Antonio después, no sólo fui progresando en mi parco karate sino que me enseñaron a vivirlo en los principios de vida que le son inherentes. Hoy todavía, g.a.D., lo continúan siendo pues siguen inculcándome esos principios. Ahora lo son de manera más activa Santi Velilla en el Karate y Mariano Carrasco en el Nanbudo, mis condiciones actuales están limitadas al progreso marcial, pero soy como una esponja, tratando de absorber esas lecciones desde una perspectiva de vida que a través de sus maestrías nos ofrecen a todos diariamente.
También quiero destacar a otras personas, que aunque quizás directamente no hallan sido profesores directos míos, si que han sabido con su ejemplo servirme de guía y ayuda en este mundo marcial, me refiero a Adolfo Gómez, Alberto Forcén, Sergio Medina, Agustín Subías, etc., etc. De aquí, que quiera indicar los nombres que me hicieron posible el avanzar
Algo esto, que es diametralmente opuesto al ejemplo que una vez sí y otra también dan personas que son capaces de sembrar la desesperanza y el desconcierto en quienes empiezan a andar por las artes marciales o a quienes depositan su confianza en los profesores para algo tan responsable como es la educación de sus hijos. Personas que sólo aspiran a la notoriedad y que no les importa sembrar llanto o quebrar ilusiones con tal de obtener sus propósitos. Pensemos en esas hijas que lloraban por no poder mostrar el fruto de su trabajo diario… resulta imperdonable el llanto de una niña.

Serenamente hablando digo hoy,
Es largo tanto otoño en la agonía.
Serenamente hablando digo hoy,
que es duro caminar sobre tierra baldía.

Ya no sólo son los hechos, lo son las formas, y por éstas estamos en una agonía. Lo laborioso está en que, partiendo de la güebra, se ha de roturar, cultivar, sembrar, regar, abonar y esclarecer para poder cosechar, para la recogida del fruto. Y lo fácil y rápido que supone que cuando el fruto comienza a florecer, pasar un arado para dejar tras de sí de nuevo… güebra. No importa la pérdida del fruto en absoluto, se es ajeno a eso y como en otros círculos, no dudan en catalogarlo como “bajas colaterales”… Es largo tanto otoño en la agonía.
Pero aún así, antes incluso de la acción del arado, ya nos preparamos para reparar el infortunio, aunque… Es duro caminar sobre tierra baldía.

Serenamente hablando digo hoy,
hermoso es contemplar quien sigue en la alegría.
Serenamente hablando digo hoy,
me siento solidario de esta vida.

Reconforta y alegra, no obstante, ver a través en la intimidad de cada Dojo, como “las obreras” dentro del hormiguero, a rectores y pupilos trabajar en sus proyectos, en sus kata o sus kumite ya que el próximo evento se avecina. Y lo hacen ajenos a la traba constante que sólo siembra incertidumbre. Sólo se centran en apuntalar su próxima actuación, queriendo pensar que lo de ayer sólo fue un mal día. Tras cada sesión sus rostros sudorosos muestran el agotamiento pero también su alegría y satisfacción por el trabajo realizado. Según escribo estas líneas me llegan noticias de que nuestros “chicos” se han alzado con el primer puesto en el medallero del recién finalizado Campeonato de España de Karate Infantil… Es hermoso contemplar quien sigue en la alegría.
¡Que mejor lección para todos que esta! ¡Que ejemplo a mayores nos dan nuestros chicos! Desde aquí mi enhorabuena a ellos, a sus profesores y a quienes han dirigido la federación hasta ahora. Momentos de alegría en medio de días grises, que hacen prever un amanecer alentador… Me siento solidario de esta vida.

Serenamente hablando quiero decir
que hace falta valor para seguir aquí.
Serenamente hablando quiero gritar
que aquí está nuestro sitio y no en otro lugar.

Es indudable. Hace falta mucha fuerza, mucho coraje y mucha convicción para trabajar en las circunstancias actuales, pero aun así y todo se sigue haciendo y como todos tozudos en los distintos empeños, nosotros seguimos “dale que te pego” y a lo nuestro. Además cuanto mayores son las dificultades, mayor es el logro y mayor la alegría del éxito. Pero no cabe ninguna duda que hace falta valor para seguir aquí.
Sólo me queda alentar, apoyar y felicitar al excelente trabajo que durante estos años profesores y entrenadores de Dojo y Centro de Tecnificación, y de una manera muy especial a toda la Junta Directiva y Sectores de la Federación Aragonesa de Karate, que gracias a su brillante labor están dejando nuestro Karate, el Karate aragonés en posiciones que nunca antes recuerdo se hayan conseguido… Y recordarles que aquí está nuestro sitio y no en otro lugar.

Serenamente hablando digo hoy,
que el viento bonancible no ha llegado todavía.
Serenamente hablando digo hoy,
que sigo ante el misterio antiguo de la vida.

Serenamente hablando digo hoy,
que el hombre se libera día a día.
Serenamente hablando digo hoy,
paisaje inútil y quimera.

Nota: Este tema de nuestro compositor José Antonio Labordeta, que accidentalmente sonó en una emisora de radio cuando trataba de ordenar este manifiesto de apoyo personal, me ayudó a confeccionarlo. Eran los últimos tiempos de la dictadura cuando lo compuso, pero algunas cosas no cambian… Seguimos ante el misterio antiguo de la vida.

Carmelo Marco Gracia,
Nanbudoka, Karateka,
Padre.

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