VOLVER A SENTIR EL CHI

Circunstancias imprevistas de la vida,
parecen quieren apartarte del camino 
que hasta ahora he andado, 
pongo el caso, el de una latosa lesión.

Tiempo detenido no es presente aquietado, 
que fue futuro, 
por un momento presente, 
que ahora mismo ya es pasado.

Aquello en lo que uno siempre creyó, 
o en lo que al menos, uno esperó,
como arte marcial que lleva el Ki como aureola,
ese arte marcial que defiendes y defiendes,
porque dicen, es el Ki en movimiento, 
tal y como lo vio y diseñó su creador.

Pero que sin embargo, cobarde de mi,
 tantas y tantas veces he negado.
Unas, por el que dirán, 
otras, porque no digan aquello de 
"se le ha ido "pinza".

Por ese que dirán, 
he llegado a no saber defender a mi maestro, 
cuando no se quién, de él dice: 
es ya mayor, se le fue a "pinza".

No sentí, que ahora siento,
siento, no haber sido valiente 
de defender todo aquello 
por lo que llevo años practicando.

Todo lo referente al Ki parece Tabú,
Cuando el Ki es el "sino" del arte que practico.
Y ese Tabu no es otra cosa que cobardía, 
y cobardía bien encubierta 
bajo el exceso de tecnificación de la técnica.

Grandes artistas marciales, 
maestros reconocidos mundialmente 
y muy queridos por sus seguidores,  dicen:
 "no meter sus pies en tiestos que no les van ni les vienen"
 Y se quedan tan anchos.

Y se quedan tan anchos,
cuando sus maestros creadores 
y sus respectivas artes profesan y 
profesaron verdadera religión por el KI.

Lo que sucede que el Ki es trabajo.
 más duro trabajo que el Kihon en sí,
mas duro que el dominio técnico en sí, 
la física y biomecánica probada o que pueda probarse,
nada tiene que hacer con el Ki.

Y es que el KI, es un tiesto
del que lo fácil es renegar, 
y ya, si alguien ese tiesto osa tocar
basta decir: "la cabeza le ha vuelto a fallar"
o, "la pinza se le ha caído al andar"

En el arte marcial en si, 
que hoy veo muy devaluado, 
existe como primor la alimentación del ego.
 primero se crearon los grados Kyu
 para fomentarlo más allá de las fronteras
 de donde el arte es nativo,
 sin otras pretensiones que las económicas,
lo cual ya es de gran tristeza,
dijeron: los occidentales son distintos,
 hay que incentivarlos, pongamos que
con cinturones de colores, grados kyu en un principio.

Y si la economía sugiere el afán de la política,
Que mejor que tras los "Kyu",
Lleguen los "Dan" con toda su grandeza.
Y como esto es, como al hambre, el pan,
demoslés cada vez más y más "Dan".

 ¡Que tiempos tan gloriosos vivió el cinturón negro!
que ya se halla devaluado, puesto que hoy un cinto verde,
 a menudo pregunta ¿para cuando mi cinto rojiblanco?
Y claro no queda más que verlo con buenos ojos,
porque sino... ¿para cuando mi cinto rojo?

Y me pregunto:
¿Que puede aprenderse... o llegar a enseñarse 
más allá de un Tercer Dan? 
¿Para qué, los otros grados? 
Si al fin y al cabo son tan simbólicos 
como el cinto verde para quién lleva 
poco más de un año de práctica.

Pues lo mismo sucede con el KI...
"Yo no meto los pies en ese tiesto"
Pues sencillamente, si tu arte se basa en el Ki,
sencillamente me digo:
no soy más que un cobarde, un simple cobarde más,
y digo cobarde en ese sentido casi bíblico
del viejo oeste americano, 
donde esta palabra fué la más directa
invitación al "duelo",
al clásico duelo de Colts del Far West.

Y soy cobarde,
 porque el trabajo del Ki supone 
muchísimo más trabajo que el del Kihon técnico,
 y luego es mucho menos agradecido,
desde el punto de vista político o quizás económico.

El trabajo del Ki no te aporta nada 
en cuanto a relevancia social,
por él quizás, no serás campeón,
por él quizás, no te pasarán de Dan,
por él quizás, no adquirirás mayores méritos,
casi todo lo contrario.

Ki, forma parte de KI-ai, algo que parece importante,
forma parte de KI-hon, algo que parece importante,
forma parte de KI-me, algo que parece importante,
forma parte de Ai-KI-do, algo que parece importante,
es parte fundamental del Nanbudo: 
Ki Do Ho, al go que parece importante
Ki... algo que parece importante, pero mejor,
"No meto los pies en este tiesto"

En el mundo del Ki sólo hay lugar
para el movimiento armonioso de la mano humilde,
donde no hay cabida para el ego,
a donde no se va por negocio o con negocio,
donde el trabajo bien hecho queda en tu interior,
allí donde necesitas los cinco sentidos
para concentrarte atender a lo externo: al objeto.
Allí donde necesitas obviar totalmente los cinco sentidos
para atender y centrarte en tu interior: en el sujeto.

El KI te lleva a vivir el presente continuo,
es meditación canalizada,
algo que pierde interés por estar abierto a todo el mundo,
no reservado a personas exclusivas o relevantes,
a todo el mundo,
y no es cuestión de creer o de no creer,
pues quieras o no, el Ki está ahí, dentro y fuera de ti,
gracias a él vives.

Y doy gracias a quienes, sin mediar palabra,
sin mediar invitación siquiera,
sin interés alguno
me habéis ayudado a abrir los ojos
y ver lo natural, tal y como es...
sin más.

Habrá quienes ahora dirán:
"Si ya te lo decía YO: se le ha ido la "pinza"...
pobre diablo..."
Para ellos también, mi más fuerte abrazo.
Porque gracias a ellos también y junto con los que hoy
comparto estas inquietudes
vuelvo a sentirme maravillado al ver que no tengo nada
y ver que tengo tanto.
Como uno de tantos!

Comentarios

LO + DEL MES