SAHASRARA. SÉPTIMO CHAKRA: CORONARIO.




数7チャクラ:サハスラ-ラ。頂輪. Sū 7 Chakura: Sahasurara. Itadaki wa 
En el post “CENTROS ENERGÉTICOS: CHAKURA (RIN)... CHAKRAS” ya comentamos de manera superficial y generalizada lo que representan los chakras. Desde aquí no se pretende realizar un estudio de ellos, lo que sucede es que, en la mayor parte de los ejercicios que se realizan con fines de salud o energéticos, a menudo se hacen referencias a ellos, porque se supone que dichos entrenamientos o formas (kata) actúan en, sobre o a través de ellos o los “benefician” de alguna forma o manera. 
Lo mismo sucede con términos como Qi, meridianos de toda clase y forma, biomecánicas musculares y energéticas, etc.
Cuando se realiza un kata o forma de tipo energético, tal y como sucede con los de corte marcial, existen una serie de consecuencias que llevan determinado orden. Vimos ya la importancia de la “imagen o imaginación” en todo proceso que finaliza en una acción o en un gesto técnico (DESARROLLO DE LA IMAGINACIÓN. SŌZŌRYOKU NO KAIHATSU. 想像力の開発), pues bien, la idea de tratar de describir estos términos y sus demás relaciones, es necesario para que el practicante refuerce esa “imagen” que posteriormente generará la “idea” de la que partirá su correspondiente “acción”. 
Curiosamente, muchas de las formas o "kata" de distintos métodos de Kikô (Chi Kung) o de AAMM que abarcan formas llamadas "energéticas", comienzan tratando la zona superior del cuerpo, la cabeza, por lo que resulta natural tratar de narrar primeramente esos centros y puntos allí situados. Así es que por ello comenzaremos por el centro energético o Chakra Coronario, seguidamente se tratará el del Tercer Ojo y los Puntos de la MTC (Hyaku-E, Indô (Sankon) y Nôko) con los que se les relaciona.

Cuando el ser humano comienza a agudizar sus sentidos, se despliega ante él un nuevo mundo, un mundo fascinante, y tanto los chakras como el Ki (氣, Qi, Chi) son dos de las primeras sensaciones que le llaman la atención. Vimos que la palabra chakra significa “rueda”. En el budismo, por ejemplo, suele hablarse de la “rueda de la vida y de la muerte” y, designan con el nombre de “Dhammachakkappavattana Sutta”, el primer sermón en el que Buda predicó su doctrina y que es normalmente traducido como “el giro de la rueda de la Ley”. El uso del término chakra que damos hoy es el de “vórtices semejantes a ruedas que existen en la superficie del doble etéreo del ser humano”.

Normalmente, el ser humano suele hablar de su alma, como si el cuerpo fuese su verdadero ser, y que el alma fuera una propiedad o feudo del cuerpo; y esta aseveración es inexacta, contraria ya que: “el hombre es un alma que posee un cuerpo”. Ese cuerpo físico, necesita una alimentación que proceda de tres fuentes distintas: los alimentos y el agua; el aire; y tres modalidades de vitalidad para la asimilación. Esa vitalidad, fuerza o energía fluye a través de los chakras o centros de fuerza o energéticos, verdaderos puntos de conexión entre el cuerpo físico y el espiritual o alma.

Se suele creer que los chakra tienen una relación directa con determinados órganos, pero ellos mismos son una conexión, cuya antena, o foco de entrada o captación de energía primaria está en la superficie del doble etéreo, no en el mismo cuerpo físico. Una especie de cordón umbilical, que penetra en el cuerpo hasta la columna vertebral, donde conecta con los ganglios nerviosos correspondientes, para unir aquella antena con su receptor. Los chakras tienen un sentido de giro continuo, por cuya boca o antena fluye la energía del mundo superior que llamamos energía primaria. Sin esta energía, no existiría el cuerpo físico.
 
EL CHAKRA CORONARIO.
El Séptimo Centro Energético o Chakra Coronario (SAHASRARA en sánscrito; puede aparecer llamado también Corona, Coronal o Coronario. 頂輪, Pinyin: Dīng lún; Romanji: Chōwa, itadaki-wa) se encuentra relacionado con la glándula pineal, mientras que el Sexto Centro Energético o Chakra Tercer Ojo, lo está con el cuerpo pituitario. Ambos, solamente se “ponen en acción” cuando el ser humano alcanza cierto grado de desenvolvimiento espiritual. Este Chakra Coronal se sitúa en lo alto de la cabeza, es distinto de los demás como veremos. 

Suele aparecer en oriente por la denominación de “Parietal” o “Parte superior de la cabeza”: 頭頂部, Pinyin: Tou Dĭng bu; Romanji: Tôchô bu), para seguidamente establecer un sincronismo con tres elementos muy relacionados con la Vía (道, Pinyin: Tao; Romanji: ) a saber: la gratitud (感謝, Pinyin: Gănxie; Romanji: Kansha), la felicidad o la dicha (至福, Pinyin: Zhifū; Romanji: Shifuku) y con la naturaleza (自然, Pinyin: Zirán; Romanji: Shizen).

En un principio no difiere de los demás chakras, al menos en lo referente a su tamaño, pero conforme el ser humano evoluciona, preferentemente en su sentido espiritual, el chakra se va agrandando o amplificando paulatinamente hasta llegar a cubrir toda la parte superior de la cabeza. En este desarrollo, pasa de ser sinónimo de los otros, en cuanto a la depresión que forma en el doble etéreo y por donde penetra la energía primitiva desde el exterior, a revertirse. Es decir, pasa de ser un receptor, una antena que capta, a radiar energía, a emitirla. Cuando el ser humano, alcanza cierto nivel espiritual y se muestra ecuánime y sereno con todo con cuanto se rodea, es capaz de emitir esa energía que posee y de transformar la depresión del chakra en una prominencia erecta sobre su cabeza emisora de gloria o espiritualidad.

SAHASRARA se traduce como “Multiplicado por mil” y representa al “Pensamiento”. En los libros de la India, también es conocido como el “Loto o flor de los mil pétalos” pues son 960 las radiaciones de la energía primaria que recibe. Se dice que este chakra “conecta con la inteligencia divina y que por lo tanto es la fuente de toda manifestación”. Si esto es así, entonces sería el medio mediante el cual alcanzaríamos el entendimiento y encontrar el sentido de las cosas.

Este centro energético nos lleva a los razonamientos que ya avanzamos en el post sobre la imaginación y de la idea (DESARROLLO DE LA IMAGINACIÓN. SŌZŌRYOKU NO KAIHATSU. 想像力の開発), por ello se hace hincapié en aquellos conceptos. Representa y se relaciona con el Pensamiento, considerado como un elemento, como una primera manifestación del campo de lo consciente que nos rodea. Es por ello que se manifieste en la Información y de que su función sea el Entendimiento. Dicho de otra forma, por medio de Sahasrara tenemos la capacidad de captar información para después poder procesarla con esa lucidez que hace uso la mente. Y por ello se le vincula también con la Mente y sus procesos mentales.

La mayoría de los ejercicios o series de ejercicios (formas o kata) de las distintas escuelas, que prestan especial atención tanto a la salud espiritual, intelectual como a la física, inciden de igual forma en cuidar “la cabeza” con sus atenciones y/o masajes. Los dos chakras de la cabeza, los puntos de MTC locales o relacionados con ellos, y en general lo que conocemos como Tándem Superior (上丹田, Pinyin: Shàng dāntián; Romanji: Jō-tanden) han sido muy estudiados y considerados desde antaño por los “antiguos o clásicos”, hoy, todavía se están descubriendo conocimientos relativos que, milenios atrás ya se conocían.
 
El ser humano interpreta en la mente los estados de su conciencia y, según sean éstos, llevarle a distintas experiencias como por ejemplo júbilo o excitación, tedio, etc. Sahasrara es el distintivo del mismísimo principio rector de la vida y/o de la esencia del ser… es la conciencia que compone o ajusta nuestras actividades.

Antes de continuar es preciso hacer una aclaración. El 6º Chakra conocido a menudo como “Tercer Ojo” aparece relacionado con la glándula Pituitaria; mientras que el 7º Chakra o Sahasrara lo es con la Pineal. Sucede que también, a la glándula Pineal se la llama frecuentemente “Tercer Ojo” por aquello de que es la encargada de controlar la acción de la luz sobre nuestro cuerpo, sin embargo, ésta se encuentra situada en el centro del cerebro y por encima de la Pituitaria. Una de las funciones de la glándula Pineal es inhibir la descarga inmediata de los pensamientos en acción, esta inhibición nos lleva a mirar hacia adentro y reflexionar profundamente sobre nuestras acciones y reacciones. Por todo esto, se la relaciona con el chakra Coronario. El centro Sahasrara, guarda además relación con el cerebro, en particular con el córtex cerebral.

El chakra Coronario está vinculado con la energía y el pensamiento, con la mente y especialmente con la lucidez. La mente va acumulando la existencia, dando el sentido y construyendo nuestro sistema de creencias, el camino por el cual edificamos la realidad por esto se le relaciona con la glándula pituitaria. Es la conciencia de uno mismo y la conciencia universal al mismo tiempo. Un aspecto importante es la serenidad, que es más profunda que la calma y nos da la paz mental colocándonos en el presente, donde no hay resistencia ni separación: sólo vivimos el presente. Notar que la verdadera serenidad proviene de la aceptación de los deseos, las emociones y de la naturaleza, manteniendo la comodidad necesaria para la estabilidad.

Es muy frecuente utilizar la expresión “dentro de la cabeza” para indicar el lugar donde fijar la conciencia y el origen de la corriente de manifestación. Se necesita una concepción para poder realizar una creación o un acto creador, como se necesita de una imagen para que surja una idea y, una idea ha de ser concebida para después proceder a una realización. Todo esto, estas cadenas de acontecimientos se desarrollan en nuestra mente… en nuestra cabeza.

La presencia del Yin-Yang en todas las cosas o conceptos ayuda en el entendimiento de ellos. Decimos que la concepción  es necesaria para establecer un acto creador, nos facilita la pauta (el modelo, el patrón) que implica el orden. Esa “pauta” es Yang, lo masculino, que guarda relación con la etimología del padre. Mientras, la manifestación aporta la sustancia y la forma… y “forma y sustancia” son Yin, femeninos, que guardan relación con la etimología de la madre.

“Concepción-->pauta/orden-->sustancia/forma-->manifestación… Concepción-->embarazo-->nacimiento”.

Podemos entender de igual forma que la conciencia es el campo de pautas del que emerge la manifestación e identificarla como una  Fuerza Universal.

Habíamos dicho que Sahasraraconecta con la inteligencia divina y que por lo tanto es la fuente de toda manifestación” y que se “pone en acción” cuando el ser humano alcanza cierto grado de desenvolvimiento espiritual. Es por tanto una “conciencia superior”, el entendimiento de un orden superior. Mientras los chakras inferiores se llenan de información acerca del mundo físico y de los ciclos de “causa y efecto”, esta conciencia superior o cósmica pretende abarcar todo el cosmos, abrirse al entendimiento de la verdad unificadora. Nos alejamos del mundo material, de las limitaciones espacio-temporales y es por lo que dice que el chakra Coronal es el asiento del alma. 
 
La conciencia no deja de ser una fuerza, una fuerza de la unidad y del orden, así como de la organización (designio, pauta o modelo, inteligencia…), que tras manifestarse desea librarse de las ataduras de lo físico para regresar a su procedencia, lo no-físico, donde podrá jugar con su infinita diversidad. Sabemos de la existencia de dos tipos de conciencia dentro del chakra Coronario: la cognitiva y la trascendente. La primera se orienta al mundo de los objetos, de las relaciones, del yo; es el resultado de la limitación de la atención, esa atención que piensa activamente, que razona, capaz de aprender y de almacenar información: se corresponde con la mitad inferior de Sahasrara
La segunda, la conciencia trascendente, se expande y tiende hacia afuera, a planos cada vez más indefinidos, a un mundo más allá del de los objetos o del de las relaciones; en esta conciencia no hay objeto, prescinde del “yo individual” y no padece las amplias agitaciones del pensamiento lógico y comparativo de la conciencia cognitiva. La conciencia trascendente, no centra su foco en nada en particular, tiene la cualidad del “vacío” y podemos acceder a ella mediante el “desasimiento” total para que nos lleve hacia la unidad, hacia más allá de lo ordinario, allí donde el observador es un participante, donde no hay separación entre el “yo” y el mundo exterior, donde no hay sentimiento de temporalidad.

La Meditación nos ayuda a atender estas sensaciones, es el camino del Kōten al Senten, del mundo físico al espiritual, de la dualidad a la unicidad o “no-dualidad”. Ella, nos invita a ser testigos de nuestro propio entendimiento, a atender, a empezar, a sondear los misteriosos feudos de la conciencia y ese sentir, es el modelo que nos acerca a la unidad, relacionando lo individual con lo universal.
Pues bien, esa búsqueda del sentido es el impulso fundamental del chakra Corona, que inspira la mayor parte de las actividades de la mente. Por otra parte, cuando somos capaces de comprender el sentido de una situación, entonces sabemos que hacer o que debemos de hacer, con lo cual se inicia o reinicia el movimiento mental.

Gracias a la meditación nuestro chakra Corona puede “abrirse” a una lucidez todavía más amplia sin llegar a quedar desbordado, o sin que llegue a perderse en lo infinito, nos ayuda a conservar nuestro centro que es la matriz primaria organizadora del “yo”. Ayuda a reorganizar los datos de nuestra mente procediendo con una “limpieza de lo superfluo”, y la consecuencia es facilitar que la conciencia se realice por sí misma. Meditar es esencial para el espíritu como los alimentos y el agua lo es para el cuerpo. Sahasrara existe en la dimensión de “interioridad” y la meditación es la llave que abre la puerta a ese mundo interior, purificando la mente y acercándonos a la trascendencia.

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