TAO, LAS TRIADAS.

TRADICIÓN ORIENTAL EN RELACIÓN CON LA CREACIÓN Y LAS ARTES MARCIALES. 
EL NÚMERO TRES. LAS TRINIDADES DEL BUDO.
Las artes marciales (militares) son como sabemos, prácticas y tradiciones codificadas cuyo objetivo es someter o defenderse mediante la técnica. Gozan de una organización coherente de sus técnicas y de la codificación de métodos efectivos. El término “arte marcial” deriva de los caracteres chinos Wǔ shù 武術y Wǔ yì 武藝. 

En Japón, también aparece el término “arte marcial” como traducción de Bu-gei (武芸) o Bu-jutsu (武術) entendidos como “el oficio o desempeño de asuntos militares”. El concepto “artes marciales” coincide como término con la entrada de la “Edad Moderna” en el este de Asia.

Siguiendo en Japón, el término que recoge el conocimiento técnico de las artes marciales junto con unos códigos de normas éticas se le denomina Budô (武道), el cual ya era utilizado antes del período Tokugawa como Bushidô o “camino del samurai, lo cual no tenía nada que ver con el Bujutsu o Bugei.

El Bugei tradicional, anterior a la Restauración Meiji, también denominado Koryu, fue parte de la educación del guerrero o soldado, normalmente vedado al resto de la sociedad hasta la abolición del sistema feudal (Guerra Boshin). Tras la Restauración Meiji, aparece el término Gendai budo como equivalente a las artes marciales modernas: el apellido “jutsu” de Bu-jutsu, pasa a ser sustituido por el de “Dô”… Bu-dô, para indicar que su enseñanza debe ir acompañada de un conjunto de normas y éticas morales que hagan su práctica segura, incluso para que algunas de estas nuevas artes, puedan considerarse como práctica deportiva o de salud y formar parte en la educación física de escuelas, colegios o universidades.
Hoy las artes marciales orientales tradicionales aún incluyen la práctica de un código ético preciso cuyas raíces se fundamentan en el confucionismo chino, el sintoísmo nipón y en la espiritualidad del Budismo Zen. Algunas de estas artes marciales, además, se preservan como una práctica en pro de la prevención y mejora de la salud física y de la salud mental. En Japón, aparecen la denominación Dô (vía o camino) como por ejemplo el Judô, Aikidô, Karate Dô, Kendô, Iaidô, etc.; mientras que en China aparece el Wushu (moderno) procedente del Chuan fa o Kung fu; y así en otros países asiáticos.

La filosofía oriental, especialmente el Taoísmo, siempre ha estado presente en la conceptualización de las artes marciales; en esta tendencia taoísta se explica la expresión de la realidad en los dos aspectos complementarios y opuestos: el Yin (quietud y recogimiento) y el Yang (acción y expansión), juntos suponen el germen de aspectos negativos y positivos del espíritu humano y de la Naturaleza misma. 
Como forma de meditación, las artes marciales requieren el conocimiento profundo del cuerpo y de la respiración, la utilización correcta de las emociones, la estabilidad del pensamiento y la sincronización con el movimiento exterior.

EL NÚMERO TRES.
La cultura, filosofía y religión, tanto oriental como occidental, tiende como forma tradicional a relacionar o enseñar las cosas en grupos de “tres”. En las artes marciales, es frecuente realizar determinados ejercicios o desarrollos técnicos en número de “tres veces”, e igualmente, sus conceptos suelen también venir relacionados con éste número para formar “triadas”. Tres, pueden parecer muy pocas… o ser demasiadas.

El número tres es considero como un número “perfecto”. Es el arca de la totalidad. Según las tradiciones, estamos ante el primer número impar, ya que el número “uno” es considerado par e impar al mismo tiempo. Suele ser asociado como la imagen sensible de la divinidad o como símbolo del cielo; se dice además que representa al espíritu y que es un número activo. Los “Ternarios” están presentes en la mayoría de las religiones: Santísima Trinidad (Padre, Hijo e Espíritu Santo), el Dios triple Mithra, la Trimurti hindú, las Tríadas egipcias de Menfis, Osiris y Tebas, las Triadas persas, Las Triadas de extremo oriente (China y Japón) tanto de primer o de segundo género, etc. 
Los términos que componen ciertos ternarios pueden tener su similitud o tener “dualismo” entre distintas culturas, filosofías o religiones, pero ha de tenerse sumo cuidado tratar de realizar dualidades entre ternarios de diferentes culturas, sobre todo cuando uno de los términos que los comprenden no se corresponde. Por ejemplo Sanni ittai estable como traducción literal “Trinidad” o “Santísima Trinidad”, pero esto necesariamente no indica que las interpretaciones filosóficas o teológicas del ternario tengan el mismo significado taoísta o cristiano.

LAS TRIADAS.
Triada es un grupo o conjunto de tres elementos o principios que tienen un vínculo particular especialmente afines entre sí. Las triadas tienen mucho que ver, especialmente en el taoísmo, con la metafísica de los números, enlazados al significado simbólico del Yin-Yang; aunque tienen una vida propia en el orden del conocimiento superior.
Recordemos que en el taoísmo los números impares son llamados celestes (Yang) y a los pares se les llama terrestres (Yin), excepto el primer número, el uno, que no es ni par ni impar, por lo tanto ni es Yin ni Yang, y representa a la “Unidad” y es anterior a la Creación misma.
En el taoísmo tradicional las triadas pueden ser clasificadas como de primer o de segundo género o nivel, y cumplen con la teoría del Yin-Yang (o de los opuestos que, a su vez son complementarios); dos de ellas, quizás de las más principales, sirven de base filosófica para la mayoría de las artes marciales o de salud. Las dos además, son referidas en el Tao te King de Lao Tse en su capítulo XLII:

道生一,(Dàoshēng yī), 
El Tao engendró la Unidad,
一生二,(yīshēng èr), 
La unidad engendró la Dualidad,
二生三,(èr shēng sān), 
La dualidad produjo la Triada,
三生萬物。(sān shēng wànwù). 
La Triada dio vida a los 10.000 seres.

萬物負陰而抱陽,(Wànwù fù yīn ér bào yáng), 
Los 10.000 seres llevan el Yin en sus espaldas y el Yang entre sus brazos (o delante),
沖氣以為和。(chōng qì yǐwéi hé). 
Y la armonía de su Chi depende del equilibrio de estas dos fuerzas.

人之所惡,孤、寡、不榖,(Rén zhī suǒ è, gū, guǎ, bù gǔ),
 Los hombres aborrecen la soledad (abandono), 
la pobreza (pequeñez), la indignidad (desprecio),
而王公以為稱。(ér wánggōng yǐwéi chēng).
y estos nombres los usan los soberanos para sus títulos,
(o, mientras que los reyes hacen de ellos un título de gloria).

故物,或損之而益,或益之而損。(Gù wù, huò sǔn zhī ér yì, huò yì zhī ér sǔn),
Porque unos ganan perdiendo, y otros pierden ganando.
(o, por eso algunas veces lo que parece menguar se incrementa, 
y lo que parece incrementarse disminuye).

人之所教,我亦教之:(Rén zhī suǒ jiào, wǒ yì jiàozhī):
Yo enseño lo que otros han enseñado:
強梁者不得其死,(Qiángliáng zhě bùdé qí sǐ),
«el hombre que vive violentamente, morirá violentamente».
(o, que el violento no muere de muerte natural).
吾將以為教父。(wú jiāng yǐwéi jiàofù)
Esta es la guía (o el fundamento) de mi enseñanza.

LA TRIADA (三合会) de PRIMER GÉNERO. 
Triada (三合会, en chino tradicional: Sān hé huì; en japonés: Sangōkai) se entiende como la reunión de las tres síntesis. Esta Triada considerada como de primer género, está constituida por un “Principio Primero” (太極 Tài Jì, “Gran Extremo” o Tai-Ki), al menos en sentido relativo, del que derivan dos principios complementarios (天Tiān, “Tien” el Cielo y地De “Ti” la Tierra): estos dos principios responden a un punto de vista más profundo y más conforme que la naturaleza real de aquello de lo que se trata… aunque, si dijéramos que derivan dos principios opuestos (la oposición está en las apariencias y tiene su razón de ser, pero en un cierto nivel o en un cierto dominio). En este caso, se representa a través de un triángulo cuya cima es el vértice superior.
El “Principio Primero” o principio único, pertenece como tal a un orden superior de realidad, de él procede la primera de todas las dualidades: la dualidad de la Esencia (Yang) y de la Substancia universal (Yin) salida de una polarización del Ser Puro (identificado como la “Gran Unidad” o 太一(Tàiyī) “Tai-i”: así se dice simbólicamente que Tai-i reside en la “Estrella Polar” (極星Jí Xīng), que es efectivamente el «techo» del Cielo visible, y que, como tal, representa naturalmente el del Cosmos todo entero, el Ser o la Unidad trascendente), en el que están indisolublemente unidos, en el estado “indiviso” e “indistinguido” (esta indistinción principal no debe ser confundida con la indistinción potencial que es solo la de la Substancia o de la materia prima), anteriormente a toda diferenciación (no se trata de ninguna manera de una anterioridad temporal, ni de una sucesión en un modo cualquiera de la duración) y entre las cuales se produce toda manifestación.
Además Tai-ki, el Ser o la unidad trascendente, presupone él mismo otro principio, Wou-ki (無極, Wújí): el No-Ser o el “Cero” metafísico; pero éste no puede entrar con nada en una relación tal que sea el primer término de un ternario o triada, puesto que toda relación de este tipo no es posible más que a partir de la afirmación del Ser o de la Unidad. Wou-Ki se corresponde en la tradición hindú con  “Para-Brahman” (el “Dios” neutro o supremo), mientras que Tai-Ki lo hace con “Apara-Brahman” (o el “Dios” no-supremo).
Así pues, la Triada de primer género (LA TRIADA) está formada por Tai-Ki, Tien y Ti:


  • “TAI-KI” (太极Tàijí: “Gran Extremo” o “Gran Polaridad”). La Obra “Registros Históricos” (Shǐjì (史記) de Sse-Ma-Chien (司馬遷, Sīmǎ Qiān, Ssu-ma Ch'ien: fue un historiador chino, probablemente el más importante de la Antigua China.145-82 a.C.) es sin duda alguna la fuente escrita más importante para la historia del Taoísmo antiguo. En ella se dice que “La unidad” es concebida como Tai Ki (太极), la mónada o la unidad, en ambos casos en el sentido metafísico y no matemático. Tai-Ki también es considerada como la “esencia” (精气, Jīng Qì: Guǎnzi dijo: Como calidad de representar a Qì (la energía vital) Jing Qi (精气)  es la definición correcta. Creo que Jing Qi es la esencia vital más sutil que puede variar la energía vital (气Qì o Chi), es la presencia de la sustancia más sutil, es el origen del mundo y la fuente de la vida. Lo inmaterial puede ser polimerizado en tangible, la energía vital puede ser espermatogénica: “Jing (精) es el hijo de Qì… el producto de Qí para llegar ser esencia”).  Se dice que “el carácter Ki (término chino muy antiguo o poético) representa el “techo” de un efidicio y Jì (極) es el que designa literalmente el «techo” o la “viga de madera que sostiene el techo» de un edificio, además de “extremo” o de “alcanzar lo extremo”. Taiki es la unidad del Yin y del Yang, y por lo tanto también se conoce como la “Gran Polaridad”. A Tai Ki, se le atribuye el número “1”, el primer número de la notación matemática, pero no puede ser atribuido ni al Yin ni al Yang, porque representa no sólo la Unidad sino también la Unicidad creadora que es, por lo tanto, anterior al Cielo y a la Tierra; anterior, pues, a la Creación misma.
  • “TI”(地De: Tierra, Yin) es el primer número, el “2”, que es el primer par, a su vez, y representa a la Tierra, del mismo modo que en el Yin-Yang, se nombra primero al Yin (lo femenino, lo lunar), por eso en la notación matemática se sitúa en primer lugar, naturalmente descartando al “1” o a la Unidad.
  • “TIEN” (天Tiān: Cielo Yang) es el segundo número, el “3”, que es el primer impar y representa el Cielo, el Yang (lo masculino, lo solar)
LA TRIADA de SEGUNDO NIVEL: LA GRAN TRIADA (太三合会)
En el taoísmo, la “Gran Tríada” tiene un rango de segundo grado, ya que está constituida por un “Principio Secundario”: donde los dos términos complementarios forman o generan el tercero, el término resultante… a diferencia de la Triada de primer grado donde un término generador origina a los dos complementarios u opuestos. Estos dos términos creadores, Cielo (Tien) y Tierra (Ti) son los mismos que los que en la Triada de primer grado eran originados por Tai Ki el término generador supremo.

El símbolo es ahora un triángulo invertido (aunque al representado individualmente, se coloque en posición normal), ahora los números representativos de los vértices son: 2, 3 y 4, aunque por desarrollos numéricos de los términos complementarios u opuestos, se atribuye el 5 a la Tierra (ceñida al Yin, lo femenino, lo oscuro y a la orientación derecha), y el 6 al Cielo (Yang, lo masculino, lo luminoso y de orientación izquierda).
El número 4 es el término resultante de 2 y 3, o agente inter-mediador nominado como Hombre (人Rèn). O sea, que la Gran Triada está constituida por Cielo (Tien), Tierra (Ti) y Hombre (Rèn). El Hombre proviene del Cielo y de la Tierra, es decir, de la conjunción de lo femenino y lo masculino (del Yin-Yang). Pero la línea de orientación es: Tierra-Hombre-Cielo, ya que es el Hombre quien intermedia entre el Cielo y la Tierra para unir la esencia celestial con la sustancia terrenal.

En conjunto se lee que mientras el Cielo cubre, envuelve, resguarda… la Tierra sostiene, nutre o alimenta… y juntos sustentan toda la Creación. La imagen de la tortuga es un buen ejemplo de ilustración demostrativa: su caparazón abovedado (el Cielo) que descansa sobre el terreno (la Tierra) y entre los dos habita el animal (el Hombre).

Tao te King, capítulo VII: No a la Egolatría, sí a la Abnegación

天長地久。Tiānchángdìjiǔ. 
El Cielo (sobresale) y la Tierra (permanece) son eternos.

天地所以能長且久者 Tiāndì suǒyǐ néng zhǎng qiě jiǔ zhě,
以其不自生,故能長生。yǐ qí bù zìshēng, gù néng chángshēng. 
Son permanentes y eternos, porque no viven para sí mismos,
así pueden vivir eternamente.
(El Cielo y la Tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos la razón de su existencia,
por ello son eternos).

是以聖人後其身  而身先,外其身  而身存。
Shì yǐ shèngrén hòu qí shēn ér shēn xiān, wài qí shēn ér shēn cún.
El Sabio, por lo mismo, pospone su Yo, y su Yo progresa.
Se desprende de su Yo, y su Yo no se conserva.
(El sabio queda atrás, por lo mismo es el primero.
Está desapegado, por eso es uno con todo).

非以其無私邪 故能成其私。Fēi yǐ qí wúsī xié, gù néngchéng qí sī.
Como no quiere nada personal, su Yo se realiza.
(A través de sus acciones generosas logra la plenitud).

En este séptimo capítulo del Tao Te King, Lao Tse enseña las posibilidades del hombre residiendo entre el Cielo y la Tierra… en las entrañas de la Creación. Indica que para darnos cabida a nosotros mismos deberemos despegarnos del ego y destruirlo como único camino hacia la realización personal, del individuo. Pero el razonamiento también es inverso, para dar ejemplo al Hombre: Cielo y Tierra no viven para sí mismos, sino respectivamente, para cubrir y sustentar al Hombre, pues de lo contrario no tendrían razón de ser.
En la fórmula que determina “el Cielo cubre y la Tierra sostiene” la intervención de estos dos principios complementarios (superior e inferior respectivamente) con respecto al Hombre, la mención simbólica “Hombre” es equivalente a los no menos simbólicos “Diez mil seres” (lo indefinido), dando a entender que ambos son referidos como a todo el conjunto de la manifestación universal. Indica el carácter “no actuante” de la actividad (esencia/lo que está arriba) del Cielo y, la “pasividad” de la Tierra que es un “terreno” o “soporte” (substancia/lo que está debajo) de manifestación; y también, un plano de resistencia y de detención para las fuerzas o influencias celestes que actúan en plano descendente.
Podemos considerar, en lo relativo y en relación a todo estado de manifestación, que la “esencia” y la “substancia” son para ese estado, los principios que corresponden a lo que son la “ESENCIA” y la “SUBSTANCIA” universales para la totalidad de los estados de la manifestación.
Cielo y Tierra son considerados un principio activo (masculino) y un principio pasivo (femenino), y supone el tipo de complementarismo por excelencia. Por encima de ellos, está la Unidad Trascendente (Tai-Ki), de donde procede todo lo manifestado y que en el movimiento constante del Universo reabsorbe individualidades de los múltiples estados del Ser y al mismo tiempo de ese No-Ser, del que emergen los seres no-manifestados a la manifestación.

TRIADAS y ARTES MARCIALES.
Existen muchas relaciones con el número “3”; o con los ternarios, tríos o trinidades, teniendo generalmente, todos ellos un mismo denominador común: Cuerpo, Mente y Espíritu. Así, podemos encontrarnos con términos o conceptos como: Sanni i ittai, San Bao (生命三寶「精、氣、神」Tres Tesoros, Sanchin, Sanpô), Shin Gi Tai, Shu Ha Ri, o la misma filosofía o conceptos dentro de un kata o forma esencial como lo es Sanchin.
La mayor parte de ellas las iremos desarrollando en nuevos artículos.


Fuentes consultadas: apuntes personales entre los que se encuentran notas consultadas de la Obra de  RENÉ GUÉNON — LA GRAN TRÍADA

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