CLASE NANBUDO SHIZEN FIN DE AÑO

Ayer viernes, se celebró en el Dôjô Shizen de Monzón la tradicional clase de fin de año. Esta sesión constó de dos partes, por un lado el encuentro estuvo destinado a los "peques", que tuvieron la oportunidad de gozar de la compañía de amigos o familiares que previamente fueron invitados a participar en compañía de aquellos, con el fin de que conociesen de primera mano, lo que supone el día a día en el trabajo del Nanbudo que cotidianamente vienen realizando en el Dôjô.
Esta primera parte, estuvo dedicada mayormente a juegos, aunque también se trabajaron diferentes aspectos del kihon, kata y bunkai que Sergio Sensei fue magistralmente intercalando entre juegos afines al desarrollo técnico. 
Padres y amigos disfrutaron plenamente del entrenamiento y pudieron comprobar que la exigencia tanto técnica como física y de resistencia alcanza su "punto" a lo largo de la clase.
Con el tatami verdaderamente abarrotado, así como, los anexos con los familiares que prefirieron presenciarlo como espectadores, se desarrolló el evento de forma distendida y armoniosa, todos disfrutamos del momento  aunque fueron los nóveles nanbudoka, quienes se sintieron más felices por la compañía de los suyos.

Después, los mayores, aikidoka y nanbudoka, realizaron una sesión conjunta donde Sensei fue alternando momentos de esfuerzo físico, trabajo de kihon, kata y diferentes ejercicios de Kidoho y Noryoku Kaihatsu Ho.
No pretendo describir en el orden ni en su conjunto todo aquello que realizamos, porque entiendo se trata de algo interior y personal del Club y, que se hace en un momento, forma y circunstancias muy entrañables dadas las fechas.
Si resaltar aquellos momentos más significativos, donde por ejemplo, cada alumno presentó al resto una técnica o forma preferida personal, aquella con la que más disfruta, para explicarla a los demás desde su perspectiva personal o gusto, de esta forma, los nanbudoka pudimos disfrutar de algunas técnicas propias del Aikido ofrecidas por sus practicantes... y viceversa.
Mientras un alumno recitaba el waka "Kinshû jouka no saku", Sergio Shihan realizaba el kata Seienchin. Este es un rito ya tradicional en el Dôjô Shizen. Tiene tintes de intimidad y de sentimiento especiales, tanto por lo que representa en sí dicho waka, como por los recuerdos de nuestro Sensei. Cuándo él, estaba ingresado en una situación para él muy delicada que podía afectar entonces a su futuro, un médico que casualmente había sido alumno Sankukai de Doshu Soke Nanbu, enterándose que Sergio era actual alumno de nuestro Maestro, le regaló esta poesía nipona que Doshu le había a su vez regalado a él, y que cantaba, entonces, cuando realizaba el kata Seienchin. Esto le dio mucha moral en su recuperación para que hoy, aDg, pueda ofrecernos su saber hacer. 
La historia y vídeo de este waka la tenéis en el siguiente enlace de este blog: http://koryubudo.blogspot.com.es/2012/04/castillo-de-jinzhou-nogi-maseruke.html#more. Después con el tiempo, Doshu Soke Nanbu ejecutó de nuevo esta acción con Nanbu Shodan en Ravenna (creo que por los 80 ó 90), y últimamente en un Stage en Huesca durante la cena de gala.
Realizamos de forma continuada los tradicionales 1008 "Chokutsuki" y los 108 Nanbudo mitsu no chikara. También finalizando Nanbudo mitsu no chikara. 
Hubo un pequeño espacio también para el Karate Okinawense de Tomari, practicando Matsumura no Rohai, un kata superior que muestra unas reacciones de realización donde se alternan acciones rápidas y contundentes con pausadas y fluidas a la imagen introspectiva del espejo que refleja tu propia imagen. Rohai (visión de la garza o grulla, en okinawense) o Meikyo (espejo claro o espejo pulido, en japonés) fue un post que en su momento también se publicó en este blog ( http://koryubudo.blogspot.com.es/2011/09/analisis-del-kata-meikyo-i.html) y que actualmente es el más leído, podéis visitarlo para profundizar un poco más en él.

En ambas sesiones, de "peques" y mayores, un alumno leyó el "juramento del alumno" respectivamente y, Sergio Shihan el correspondiente "juramento del profesor", donde cada cual, desde su ámbito, expresan sus compromisos para con la práctica correspondiente, con la responsabilidad requerida, y con el "Dôjôkun" del Budo y del Dôjô.

En resumen una jornada formidable con la que despedimos un año de Budo en esta zona del Cinca Medio que es Monzón, capital templaria y de Budo.
Recuerdo muy especial para aquellos que desde la distancia estuvieron presentes en espíritu con nosotros, para ellos... y para todos los presentes:

Felices Fiestas, y como no me canso de decir, un 2013 "エネルギーと調和に満ち, Enerugī to chōwa ni michi, full of energy and harmony". 

Comentarios

  1. Gracias por tu artículo, espero disfrutaras del entrenamiento.

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  2. No solo es disfrutar... la cosa es vivir, sentir... y compartir arte marcial. Somos una familia no sólo de nombramiento, sino de de sentimiento, y soy muy feliz por el cariño con que todos me habéis recibo. Gracias. Feliz noche buena y nos vemos, creo, antes de fin de año...

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