
La medicina oriental estudia el flujo del “Ki” en el cuerpo. Los “meridianos” son canales a través de los cuales circula el “Ki”, el cual está siempre en constante movimiento; el dolor y la enfermedad, se entienden ser el resultado de obstrucciones o de la mala circulación del Ki. Cuando los obstáculos se liberan, y la circulación vuelve a ser ágil y natural, y por lo tanto el Ki es capaz de desplazarse libremente… los síntomas se alivian, la enfermedad remite.
Pero habitualmente, tanto si nos resulta familiar el término Ki, como si no sucede así, nos preguntamos: ¿Qué es el Ki? ¿Cómo comprender un concepto que no tiene forma? O lo que es peor: ¿cómo explicarlo?
Para muchas personas todavía es inconcebible la existencia de los “Agujeros negros o Black Holls” a pesar de los razonamientos físicos y matemáticos de los científicos: semejantes fenómenos no pueden ser vistos, ya que ni la luz puede atravesarlos… pero sí que son detectables los efectos que provocan.
Con el Ki sucede parecido, tanto su defecto como su exceso se hace patente en el ser humano. Podemos preguntarnos ¿qué es el corazón, no como órgano, sino como una forma más espiritual? ¿Qué es el espíritu? O también ¿Qué es la Vida? Y en este sentido podemos respondernos que el Ki es la energía vital de la vida, que se crea en lo “profundo” por la unión del cuerpo y del corazón (kokoro).
KI significa “Energía Vital Universal”. Es el equivalente al Chi de los chinos, al Prana de los hindúes, al Maná de los kahunas, al Baraca de los sufíes, al Riyach de los judíos o al Ka de los egipcios.
Sobre la energía sabemos que viene del latín “energīa” que a su vez viene del griego “ἐνέργεια”, y significa: “Eficacia, poder, capacidad o virtud de obrar, transformar y poner en movimiento”. La energía o Ki es la realidad básica que subyace a todo lo que existe. Si pudiésemos quitar del Universo todo aquello que nos resulta visible como planetas, estrellas, asteroides, etc., y además todo aquello que no podemos ver como gases, agujeros negros, polvo, etc., incluso entonces, el Universo no estaría vacío, seguiría estando lleno de energía, de Ki. Todas esas cosas que pretendíamos quitar anteriormente, además, no son sino el resultado de la condensación de la energía… hasta nosotros formamos parte de esa misma procedencia.






