CENTROS ENERGÉTICOS: CHAKURA (RIN)... CHAKRAS.

チャクラ ()
Nuestro cuerpo, al igual que todo en el universo está formado de energía. En él, hay energías de mayor o menor densidad, de carácter más material o más espiritual. En el ser humano estas diferentes formas de entender las energías están en completa relación y no pueden desligarse hasta la muerte.

Fueron los  Vedas quienes utilizaron el término “chakra” (rueda o disco) para denominar los centros energéticos del cuerpo humano. Se entienden o representan como vórtices energéticos que se encuentran situados en los cuerpos más sutiles del ser humano. Nuestro cuerpo se halla rodeado de un “cuerpo energético”, que solemos denominar como “aura” (definido como “una especie de fluido bioenergético de carácter electromagnético…”) a través del cual, los chakras desempeñan su función de recepción, acumulación y posterior distribución de esa energía vital que denominamos normalmente como Qi (Chi, Ki, prana o energía).
Ese cuerpo energético o aura, interpreta cada una de nuestras células para proveerlas del Qi necesario para la vida, animando el cuerpo físico y siendo responsable del mantenimiento del orden celular.

Precisamente, esa misión de distribución del Qi es la faceta más notoria de la conexión que genera el chakra entre el ente energético o aura y el cuerpo físico, y dicha conexión se establece en las intersecciones de los meridianos, para después circular o fluir incesantemente a través ellos, ubicándose a lo largo de la columna vertebral.
Cada chakra vitaliza el cuerpo en su determinada naturaleza física, emocional y mental aportando la salud y el equilibrio necesarios. Existen muchas de estas “ruedas” o chakras, se dice que más de 80.000, pero se consideran a 7 de ellas como “principales” y a 21 como “secundarias” y suelen corresponderse o relacionarse con determinados puntos de acupuntura, aunque esto, requiere ciertas matizaciones. 

Estos vórtices forman una especie de "doble cono", cuyos vértices se enfrentan apuntando hacia la columna; el cono delantero se relaciona con los sentimientos de la persona, mientras que el trasero, lo hace con la voluntad. Los tres chakras de la cabeza se corresponden con los procesos mentales y, el superior en la coronilla junto con el más inferior de la columna vertebral, situado en el perineo, pueden ser considerados como pareja.

Cuando la Energía Vital no circula con fluidez, los órganos corporales no pueden realizar correctamente sus funciones y entonces aparece o se produce la enfermedad. Se dice que dichas enfermedades o dolencias del cuerpo físico son reflejos de un mal funcionamiento del plano no físico; pensamientos o sentimientos negativos pueden originar fuerzas negativas que interfieren en el flujo de la Energía Vital y la contaminan, así, está energía impura provoca malos funcionamientos en aquellas partes del cuerpo físico a las que van dirigidas.

Los siete chakras principales, están conectados o vinculados con: cada una de las glándulas endocrinas respectivamente, un plexo nervioso y, con una región del cuerpo donde a su vez conecta con órganos o vísceras que desempeñan, además de las funciones biológicas, funciones específicas en los tres planos de la persona: emocional, mental y espiritual. Los chakras, en base a todo esto, podemos encontrarlos divididos en tres grupos, inferior (fisiológico), medio (personal), y superior (espiritual). Pero además, al igual que como sucede en la MTC con las teorías del “Yin-Yang” y de los “Cinco Elementos”, cada “rueda” se atañe con uno de los elementos naturales, color, sonido, vibración, etc.

Los chakras están siempre en funcionamiento, lo cual es sinónimo de salud, de vida. Un chakra sólo deja de funcionar cuando sobreviene la muerte. Pero a menudo, se habla de “bloqueos o cerramientos” cuando por la razón oportuna dejan de funcionar de un modo correcto. Cuando esto sucede, se deforma o deteriora el flujo energético natural, lo que repercute en el correcto desarrollo de sus funciones. Determinados tipos o series de ejercicios, así como masajes o la misma educación alimenticia, son tratados y ofrecidos por las AAMM,  Artes de Salud y la Meditación contribuyendo a un favorable funcionamiento y comportamiento de los centros energéticos. Igualmente, una educación prolifera en emociones y pensamientos positivos contribuye a mantenerlos en adecuado estado.

Trataremos de ir introduciendo estos niveles de chakras tal y como los trabajamos en el Hiroi wa ryûzen (広い輪立禅) procurando al paso, ir mostrando las respectivas relaciones con el Bagua, las teorías del Yin-Yang y de los Cinco Elementos, así como los distintos meridianos y/o comportamientos energéticos.



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