TEORÍA DE LOS CINCO ELEMENTOS
五行の理論
Por la senda del KI (二番)
Vimos en el capítulo I, que los conceptos del Inn y el Yang expresan una dualidad energética como los dos polos de un imán. Ahora veremos que “Los 5 Elementos” representan 5 fases distintas de Qi, Ki o Chi. La teoría de los Cinco Elementos (T5E) es la piedra angular de muchas prácticas orientales como lo son la medicina (MTC) o las artes marciales entre otras.
La T5E es una relación primordial en el sistema chino. Relaciona toda energía y sustancia con alguno de los cinco elementos simbólicos de la naturaleza: El Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua y la Madera, cada uno de ellos representa un movimiento, una transformación distinta del Ki. Éstos, también se relacionan respectivamente con cada una de las direcciones de la brújula y con cada una de las estaciones… siendo el elemento Tierra el centro direccional y que comprende el final del verano, también llamado verano hindú.
La traducción original de los kanji 五行 (Wu Xing… en chino, o Gogyô… en japonés) no es exactamente “5 elementos”, más bien alude a cinco momentos o fases distintas de la energía, lo cual nos avisa de no incurrir únicamente en una asociación física de los elementos.
El proceso de la T5E pasa por el nacimiento, crecimiento, maduración, cosecha y almacenamiento. De esta forma tenemos que al elemento Fuego se le relaciona con la energía en ascensión, con la luminosidad, el verano; al elemento Tierra con el movimiento circular y por consiguiente los cambios de ciclo; al elemento Metal con el movimiento hacia dentro y la estación otoñal; al elemento agua con la energía descendente representada en el invierno… y al elemento Madera con el movimiento hacia fuera y energía que aparece en la primavera. Estas son solo unas asociaciones según el movimiento y las estaciones naturales.
Muchas culturas a través de la historia manejaron el concepto acerca de cómo es la realidad, de los elementos básicos que la componen. Para los griegos de la época pre-socrática, los elementos eran cuatro: tierra, agua, fuego y aire. Para los japoneses y los hindúes eran cuatro también, más un quinto: el éter. Lo que los chinos antiguos introdujeron como novedoso fue la idea del cambio, de transformación y de interacción.
En T5E, intervienen una gama considerablemente rica de asociaciones, por ejemplo, el fuego se relaciona además de con el verano, con el corazón, las formas triangulares, los colores rojos, y con ciertas emociones: el estrés, la impaciencia, etc. Cada elemento es parte de una extensa descripción que nos permite catalogar los espacios sopesando que tipo de energías los afectan. Estas relaciones permiten hacer una lectura más o menos precisa de los eventos que se desarrollan o pueden sucederse en un espacio. Los elementos deben estar en un mutuo equilibrio. Siguiendo con el ejemplo del fuego, éste sirve además en su forma moderada para calentar, transformar la materia, etc.; pero en su exceso puede ser un gran destructor.
Conviene tener un conocimiento más completo de cada elemento antes de describir los distintos ciclos en los que interactúan éstos. Así pues, tenemos:
- El Fuego. Su capacidad es la de la transformación, su verdadero poder. Propone cambios rápidos e irreversibles. A menudo es relacionado con la destrucción, por su faceta destructora, pero con el fin de que luego se originen cosas nuevas: sirve para calentar el barro que se transformará después en cerámica, o para calentar el hogar creando un espacio acogedor donde se alimenta y calienta la familia. Las personas Fuego son pasionales. Son fogosas y como el fuego mismo son vehementes, impulsivas. Fue adorado como una divinidad. Produce un estado de relajación muy particular que nos acerca a nuestros fuegos profundos, a nuestra luz interior. En la teoría Inn-Yang, el fuego es el lado más Yang (la luz, lo que asciende, el movimiento, la actividad…). Su estación es el verano. La alegría y la risa son sus emociones. Como color, el rojo. Representa la manifestación máxima de la vida, es su motor y combustible. Como órgano asociado, el corazón. Donde se aloja el Shen: el espíritu o mente… la conciencia. Cuando el Shen está bien aparece el pensamiento intuitivo, la serenidad y la calma.
- La Tierra. El Elemento Tierra es nuestra estabilidad, nuestra contención, nuestro centro. La Tierra en equilibrio protegerá y favorecerá nuestro sistema inmunológico. Mientras que el resto de los elementos tienen una dirección y movimiento que les son propios, la Tierra es el centro de todos ellos, resultando ser el cruce de todos. Tiene la cualidad de la quietud: el momento de la serenidad, del equilibrio, de la vacuidad, vemos hacia dónde nos dirigimos. Lugar intermedio entre la transición entre un movimiento y otro. Su color es el amarillo. La estación del año vinculada, no es una estación en particular; se consideran Tierra, los 18 días finales de cada estación, por tratarse del período de quietud y preparación para el cambio. La humedad es su factor climático. Cuando la Tierra comienza a desequilibrarse aparecen las preocupaciones, el eterno e incesante rumiar de ideas, el diálogo interno. El bazo y el estómago (los que reciben energía de los alimentos) son sus órganos asociados. El sabor de La Tierra es el dulce, como el de la leche materna, pero cuidado el exceso de dulce es lo que lo desequilibra. Este elemento, es además, la fuerza nutritiva de los músculos, con su tono y textura característicos, con el aporte de sangre que ofrece un Bazo sano.
- El Metal. Su estación es el otoño. Se le asocia a un tiempo de recogida para afrontar el invierno, a un espacio de invitación a la calma. También esta relacionado con el punto cardinal del Oeste, y por lo tanto con el ocaso, momento de para la reflexión y la nostalgia. El otoño es propicio como momento de moderación y de tranquilidad de la conducta. Los meridianos asociados al Metal son Pulmón e Intestino Grueso. El Pulmón toma los componentes más puros y valiosos del Ki Universal, y el Intestino Grueso el de liberar lo que para el cuerpo y la mente ya no tienen ningún valor. El ritmo respiratorio del Metal nos organiza para vivir en un medio ambiente en armonía tanto interior como exterior. Por esto el elemento Metal es preciado, por realizar su función principal, el intercambio. Las personas Metal buscan la Verdad a través de poner luz en la oscuridad; son frías y calculadoras, así como lógicas, precisas. A este elemento también se le relaciona con la tristeza, la cual afecta al pulmón y viceversa; y de igual manera, el llanto es su sonido, que si se reprime afecta a la garganta. Además, de la garganta, también tienen que ver con el Metal el olfato y el tacto. Su color es el blanco y su sabor el picante. El picante ayuda al pulmón a dispersar el Ki, pero su exceso agota las reservas de Ki. El pulmón toma del Ki Universal todo lo puro, y lleva la energía hacia el Hara, ayuda después a dispersarla y a controlar los meridianos, vasos sanguíneos, etc. Para los amantes de las artes marciales, el Metal es importante pues también se le relaciona con algunos animales, como por ejemplo la grulla blanca, que tanta trascendencia tuvo en distintos estilos de Kung Fu y del Chi Kung, sobre todo en aquellos que influyeron en el Te de Okinawa, padre del Karate-Do. Las características propias de este animal tan importantes en las artes marciales son el equilibrio físico, el rigor, el coraje, la dignidad y rectitud, la firmeza y la moderación.
- El Agua. Sin el agua apenas podemos vivir unos días, por lo cual estamos también ante otro importante elemento. Su aparente debilidad es lo que hace de ella su propio poder y fortaleza; ella viene a representar el 70% del área de nuestro planeta y constituye la base esencial de nuestra parte material gobernando nuestros tejidos más profundos y las estructuras de nuestro cuerpo. El agua se relaciona con el riñón y la vesícula, y por tanto con lo instintivo y con la supervivencia básica, como consecuencia las personas agua son creativas, voluntariosas, imprevisibles e inesperadas. La función del riñón es el de depurar los líquidos corporales además de influir con los órganos genitales, cápsulas suprarrenales (éstas liberan adrenalina, cortisol y otras hormonas relacionadas con el estrés). También se asocia con el agua el sentido del oído y los dientes. Su estación es el invierno y su clima es el frío. Su color el negro, y también se relaciona con el Inn supremo, lo descendente, con la mujer, la hidratación y ablandamiento, con la meditación, con el sabor salado, con la memoria y la fuerza de voluntad. Su emoción es el miedo, el cual forma parte de nuestro equipo de supervivencia y nos pone en sobre aviso del peligro cercano; el miedo perturba al riñón e impide que la energía ascienda.
- La Madera. Tiene una relación directa con todo lo que crece: con la vegetación y la exuberancia, con lo verde. Ésta es una energía que es imposible de detener, siempre va a buscar la forma de expresarse, su sonido es el grito. Uno de los aspectos más sobresalientes de la madera: la capacidad de inventiva, de ser imaginativos. Su fuerza no es agresiva, aunque parece desafiante, porque es competitiva e impetuosa, en equilibrio logra que su flexibilidad le lleve a realizar los sueños y las visiones que tengan en la vida. En los órganos del cuerpo la madera está representada por el Hígado y por la Vesícula Biliar. A estos órganos, también los relacionamos con los músculos y tendones, ya que nos permiten el movernos, expresarnos, ayudarnos a conseguir nuestras metas. Almacenan y distribuyen la energía en el cuerpo. Cuando se reprimen las emociones éstas quedan agarrotadas en los músculos. Crece desde el pie. Su sabor es el ácido. Por su carácter expansivo, de crecimiento, es elemental que es la primavera su estación: cuando las plantas renacen después de permanecer en esa latencia que observamos en el invierno. La condición atmosférica relacionada con ella es el viento. Esto se articula con la similitud de la vegetación y su adaptabilidad a los cambios. Es justamente el viento el factor climático preponderante para desequilibrar a la madera. El elemento madera en desequilibrio es irritable, nervioso y colérico. Duda todo el tiempo. Cuando encuentra cual es su camino de vida, en donde arraigarse, crecer y expandirse, todo es abundancia.
Tanto en la filosofía del DÔ como en la Teoría Inn-Yang, y en esa parte de las bases teóricas tradicionales conocida como T5E lo realmente esencial e importante no es su estado, su condición física, su configuración… sino su mutación, las cualidades del movimiento que los identifica y rige sus transformaciones. Estas cualidades sugieren, que en lugar de traducirse al occidente como T5E debería entenderse como Teoría de los Cinco Movimientos, como modalidad particular de la gran mutación Universal, del No Ser, a la vez que como una expresión más concreta del cambio y del ritmo implícitos en la Teoría Inn-Yang. De ella parte la comprensión más completa de las relaciones entre las vísceras y los órganos. La T5E vincula pues con la Teoría del Inn-Yang en perfecta armonía.
Entonces, el Fuego representa al Yang Supremo, el Agua al Inn Supremo, la madera al Yang Pequeño integrado en el Inn Supremo (Agua), el Metal representa al Inn Pequeño integrado en el Yang Supremo (Fuego) y, la Tierra, como centro y eje o apoyo, representa la sinusoide o línea ondulada separadora del Inn-Yang. Por correspondencia, al Yang Supremo o Fuego le corresponde el sur y el número 9; al Inn Supremo o Agua, el norte y el 1; al Yang Pequeño o Madera, el este y el 3; al Inn Pequeño o Metal, el oeste y el 7… quedando el centro y el número 5 para el elemento Tierra.
De esta forma, los 5E se inter-generan e inter-transforman, cada elemento es capaz de generar y de ser generado, de regular y al mismo tiempo de ser dominado por otro. Además, en cada elemento, se mueven o mutan los 5 movimientos, por esto, todos ellos están representados dentro de cada uno de ellos.
En los 5E se reconocen (en principio) tres movimientos fisiológicos (naturales del cuerpo humano) y cinco patológicos (de enfermedad o de mal funcionamiento del cuerpo humano).
Movimientos Fisiológicos.
Movimientos Fisiológicos.
- Automovimiento. Es la base o el cimiento que soporta y conserva el equilibrio fisiológico y el sano desempeño de la Ley Generatriz y el de la Ley de la Dominancia, Las cualidades del automovimiento de cada elemento son:
Madera. Crece, se desarrolla, se dispersa con libertad y drena.
Fuego. Calienta, flamea, es intangible, tiende hacia arriba o asciende.
Tierra. Nutre, produce, transforma, cambia, absorbe el agua y transporta.
Metal. Es puro, sólido, firme, capaz de forzar y condensar el rocío.
Agua. Refresca, es fría y fuente de vida, tiende al declive o desciende. Beneficia a todos con humildad y en silencio.
- Ley Generatriz. Determina que cada movimiento genere al mismo tiempo que él es generado. Comúnmente es conocido como “Ciclo creativo”, el cual se desarrolla de la siguiente forma:
La madera, como madre, genera el fuego.
El fuego, de la misma forma, genera a la tierra.
La tierra, así mismo, genera el metal.
El metal, también como madre, genera al agua.
El agua, en su papel materno, genera a la madera.
- Ley de la Dominancia. Denominada no muy acertadamente como “ciclo destructivo”, se maneja de forma similar al “ciclo creativo”. En realidad advierte el principio de oposición del Inn Yang; el ciclo de la ley de la Dominancia representa en que forma un elemento controla la expresión del otro. Este es el ciclo resumido:
El fuego funde el metal.
El metal corta la madera.
La madera consume a la tierra.
La tierra estanca al agua.
El agua extingue el fuego.
Movimientos Patológicos.
Son cinco, y hacen referencia a la patología (rama de la medicina encargada del estudio de las enfermedades en los humanos) que pueden presentar cada uno de los cinco elementos. La tradición china los denomina como “las cinco formas de enfermarse”.
- El autodaño. Cuando el automovimiento se desmarca del equilibrio fisiológico, trascendiendo este rango y penetra en el patológico, es cuando se le denomina autodaño. Esto sucede como consecuencia de un desequilibrio Inn-Yang, siendo una modificación anormal del movimiento de los cinco elementos en el seno de un elemento. Este movimiento suele ser el primero en alterarse, pero también es el primero al que puede restituirse el equilibrio fisiológico perdido sin aparentes secuelas o con la escasez de ellas… cuando la enfermedad no se ha desarrollado plenamente. Por el contrario, es el que mayor dificultad plantea al diagnóstico.Es la enfermedad del órgano en sí.
- La generación excesiva o incompleta. Veíamos en el ciclo de la ley de la Dominancia, que representaba en que forma un elemento controla la expresión del otro. Pues bien, una vez alterado patológicamente el automovimiento, se produce un desequilibrio entre el Inn y el Yang, y es entonces, cuando comienza a engendrarse en el elemento generado, o sea: en el hijo, una desproporción entre el Inn y el Yang. El control que ejercen los 5 elementos en el ciclo de la Dominancia tiene un límite, pero cuando ya son incapaces de mantenerlo, es cuando la enfermedad o afección del órgano en sí (movimiento del autodaño) pasa a una segunda fase: cuando del elemento generador pasa al generado.
- La dominancia excesiva. Ahora entramos en una tercera fase patológica, cuando una vez que se ha alcanzado el estadio evolutivo de las afecciones por transmisión, por generación excesiva o incompleta, el automovimiento puede ir ejerciendo un control más precario, lo que posibilita que su desequilibrio Inn-Yang se haga cada vez mayor. Lo que induce a un mayor el desequilibrio en el elemento generado. Entonces se produce que, este elemento generado pasa a ser generador, igualmente, de otro generado que ocasionará un nuevo desequilibrio Inn Yang, o sea la consecuencia de la causa. Si por ejemplo, lo generado es un exceso de Yang, el Inn debilitando del elemento que presenta el autodaño no está en condiciones ya de frenar el Yang exuberante del elemento dominado. Sin embargo, su exceso de Yang si puede lesionar o contribuir a consumir más el Yin debilitando del elemento que debe dominar. La dominancia excesiva, ya por plenitud, ya por vacío, es la tercera etapa evolutiva del desarrollo del desequilibrio patológico. Tenemos entonces, que estos tres primeros movimientos patológicos son el resultado del desarrollo anormal de los tres movimientos fisiológicos. Las alteraciones patológicas de la dominancia provocan las llamadas enfermedades por avance.
- La contradominancia, menosprecio o inversión de la dominancia. Ahora es el elemento dominado quien se convierte en protagonista atacando o pasando a dominar al elemento dominador. Es cuando el Yang frena, consume o ataca al Inn y viceversa, y también puede ocurrir tanto por vacío como por plenitud. Esta es la cuarta fase que puede atravesar la afección o enfermedad. Expresa una gravedad distinta del desequilibrio general que identifica una enfermedad. Esta patología se la denomina también como enfermedad por desestima.
- La inversión de la ley generatriz o contracorriente. Última fase evolutiva de la enfermedad, se trata de las enfermedades terminales, incurables… de mal o difícil pronóstico. Sucede cuando el movimiento fisiológico de La Generatriz se ha invertido, cuando en el curso de la enfermedad prolongada de un órgano acaba de afectar por desgaste al elemento que lo genera, a la madre.
Las Artes Marciales se caracterizan por la búsqueda de la integración del cuerpo y el espíritu, esto es, los movimientos estandarizados y la expresión del espíritu. A esto, en ocasiones se le reconoce además como la combinación del interior el exterior: hemos podido escuchar en ocasiones referencias a estilos Internos y Externos, a lo Duro (Gô) y lo Blando (Jû). Normalmente, Interior hace referencia al alma, el espíritu, el pensamiento y a la circulación de la energía. Por otro lado, Exterior, alude a las manos, los ojos, los pasos y a los movimientos corporales.
Esto supone sólo una forma de expresión muy generalizada entre las muchas formas que existen a la hora de formalizar una descripción, pero fundamentalmente la integración requiere de la unión efectiva del interior y el exterior. Las habilidades y técnicas de las Artes Marciales suponen una conciencia armónica del cuerpo y el espíritu, además de una combinación estrecha interior-exterior.
La energía es para los chinos, y las culturas orientales en general, la esencia de todo, su principio y fin, pero se expresa diferente en cada ser o cosa natural, y además, también se expresa con su Tao o Dô particular, lo que le da sus características individuales que cada cosa posee. Esto es que hemos visto a través de las teorías del Inn Yang y de los Cinco Elementos.
Para cualquier practicante marcial, su supremo objeto es el de alcanzar el más alto nivel o grado de virtud: transformar lo bajo en supremo, las oscuridad en luz. Pero para ello necesita un instrumento y este instrumento es él mismo, el propio practicante. Él es, sin duda, el medio y el fin… y en él están en juego las fuerzas del Inn Yang.
Antaño los chinos, la MTC, ya tenían conocimientos muy completos acerca de la anatomía del cuerpo humano, pero su interés se centró, además, en su manejo energético con la naturaleza y el cosmos. El aire inspirado y los alimentos son Energía que el cuerpo consume constantemente y necesita su reposición a fin de no agotar aquella energía ancestral que obtuvo al nacer. Nuestra vísceras huecas transforman los alimentos en sangre; nuestros órganos sólidos, purifican y almacenan la energía. Las vísceras son Yang, los órganos… Inn. Por otro lado, los cuatro miembros están relacionados con las cuatro estaciones, y cada uno de éstos esta compuesto asimismo de tres partes (cada estación consta de tres meses). Igualmente, nuestro cuerpo tiene siete orificios (siete estrellas generalizan el asterismo de la Osa Mayor y Menor).
Todo este tipo de simbología, numerología, etc., suelen aparecer a menudo en las artes orientales, y en las marciales, sucede lo mismo: Ankoh Itosu Sensei dividió el kata Kusanku en los Cinco Pinan, llamados después Heian por Funakoshi Sensei cuando llevó el Karate a Japón. Yoshinao Nanbu Sensei también adaptó los Cinco Pinan a su estilo de Karate Sankukai, llamándolos Heiwa, o incluso la propia nominación del estilo (Sankukai = Asociación de los tres elementos o símbolos: Sol-Luna-Tierra en representación del Alma-Mente-Cuerpo).
La referencia por excelencia de los estilos chinos de lucha, el Shaolin Ssu Chuan-fa, se basa también en la T5E para observar a los cinco animales:Dragón (el espíritu), Tigre (los huesos), Grulla (los tendones), Serpiente (el Chi o Ki) y Leopardo (la fuerza).
La referencia por excelencia de los estilos chinos de lucha, el Shaolin Ssu Chuan-fa, se basa también en la T5E para observar a los cinco animales:Dragón (el espíritu), Tigre (los huesos), Grulla (los tendones), Serpiente (el Chi o Ki) y Leopardo (la fuerza).
El Nanbudo de Doshu Soke Yoshinao Nanbu, también está cargado de simbolismos que hacen referencia a estas dos grandes teorías tan relacionadas con las Artes Marciales. En este sentido, no pretendo extenderme en exceso pues entiendo que simplemente se trata de mostrar una relación con el estudio presente, pero son destacables ensamblajes con estas filosofías conceptos como:
- San i ittai: Interacción de los tres elementos: Dô (el camino, la vía), Sei (el espíritu) y Tai (el cuerpo). Cuyas interacciones o cambios dan lugar a: la superación de las barreras, la comprensión del entorno, y el amor a los demás (al mundo, a la naturaleza misma).
- Nanbudo mitsu no chikara o los tres principios del Nanbudo: La Fuerza (Yang: el Cielo, Sol o Universo, la actividad, lo exterior, lo positivo, lo superficial), el Coraje (Inn: la Tierra, la materia, lo interior, lo negativo, lo profundo) y la Convicción (que supondría la sinusoide divisoria que determina el equilibrio entre las dos tendencias del Inn Yang).
- Nanbudo nanatsu no chikara o las siete fuerzas del Nanbudo, que de una manera quizás un poco más compleja o profunda se interrelacionan con la T5E, a saber las fuerzas físicas, las del coraje, las del discernimiento o perspicacia, las de acción, las energías positivas, las habilidades intelectuales y las fuerzas de acción.
Tres conceptos estos muy relacionados entre sí y que a su vez se generalizan en una práctica, la del Nanbudo, que aglutina otros tres grandes campos como son el Budo Ho, Kido Ho y Noryuku Kaihatsu Ho… que trabajan las técnicas propias del Arte Marcial, aquellos trabajos relacionados con el bienestar físico y psíquico, y las prácticas de filosofía y de meditación más espirituales.
La Energía o Ki circula por el cuerpo a través de unos canales que llamamos meridianos o Keiryaku. En principio se estudian 12 de ellos que pertenecen al grupo denominado Meridianos Principales. Seis de ellos son Yang (cinco corresponden con las vísceras (son huecas) y que transforman los alimentos ingeridos en sangre, como el estómago, el intestino delgado y grueso, la vesícula biliar y la vejiga. La sexta no es una víscera, sino una función llamada Triple Calentador porque ésta tiene tres funciones: la cardiorrespiratoria, la digestiva y la genitourinaria) y otros seis Inn (cinco corresponden con los órganos (son sólidos) que almacenan y purifican la sangre y son: el pulmón, el bazo, el corazón, el riñón y el hígado. El sexto, es una función, llamado Maestro Corazón y tiene que ver con la circulación y la sexualidad). Completan la relación dos meridianos especiales como el Vaso Gobernador y el Vaso Conceptor. Cada órgano se relaciona con una víscera para forman una unidad Inn Yang, además, cada órgano recibe la influencia de la T5E.
Entendiendo estas teorías, vemos que la naturaleza tiende a la armonía, y como nosotros, los seres humanos formamos parte de esta naturaleza también deberíamos buscar esa armonía y ese equilibrio, donde el cuerpo energético es Inn y el cuerpo físico es Yang… y donde participamos y nos vemos afectados por la interacción de los elementos.
Partiendo de todo esto, se puede hacer un estudio más profundo del Ki a través de unas divisiones, tomando como base las estaciones del año estudiadas en la T5E.
Carmelo Marco.
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